El boxeador estadounidense Nate Campbell, aunque ya no es campeón del mundo del peso ligero (135 libras), la noche del sábado enseñó eficiencia de monarca tras derrotar, por decisión en 12 asaltos, al africano Alí Funeka.
El combate, que terminó pasada la media noche y que fue visto -a través de la parábola en una transmisión de la cadena HBO-, se tornó intenso, pero siempre con ventaja de Campbell.
Campbell perdió las coronas de los ligeros tras en la víspera de la pelea, el pasado viernes, no poder hacer el peso en la báscula oficial. Al no hacer el peso se determinó, por lo que dice el reglamento boxístico, que podía enfrentar a Funeka, pero sin opción a ser campeón del mundo.
Si Funeka derrotaba al estadounidense, entonces éste se alzaría con las dos fajas avaladas por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
La pelea Campbell-Funeka fue la principal del cartel organizado por la compañía Don King Productions celebrada en la Florida -en el Bank Atlantic Center- fue bautizado como “Masacre en San Valentín”.
Después de ser declarado ganador, Campbell admitió que Funeka fue un digno rival, que le exigió al máximo y puso a prueba su capacidad después de la ardua batalla que tuvo el viernes para tratar de marcar el peso ligero (135 libras) y que finalmente no pudo por lo que vio "volar" sus dos coronas mundiales.
No obstante, Campbell ahora, por la soberbia demostración ofrecida, tendrá derecho nuevamente a ser titular del mundo.
Por lógica, las coronas del peso ligero, avaladas por la OMB y la FIB, están vacantes por lo que Campbell tendrá la oportunidad, si puede hacer el peso, de volver a contener en busca del anhelado fajín mundial.
El pasado 13 de septiembre, en la ciudad de Bolixi, del estado de Misssippi, Campbell no pudo defender sus coronas debido a que su rival, el dominicano Joan Guzmán, falló en hacer el peso de las 135 libras.
Guzmán, un ex doble campeón del mundo (ganó las fajas de los supergallo y ligero junior), no pudo hacer en la báscula el peso de los ligeros.
Pero contrario a Campbell, no fue a la pelea. En la ocasión Guzmán hizo en la báscula oficial 138 libras, tres libras por encima de la división.
El peleador quisqueyano, invicto en 29 peleas, tampoco pudo subir al cuadrilátero y pelear, aunque sin posibilidad de ganar la faja. Se alegó que se había deshidratado.
¿Qué podría pasar ahora con Nate Campbell? ¿Podría ir a una pelea, para llenar la vacante de los ligeros, con Joan Guzmán?
Las interrogantes fueron lanzadas a la palestra del boxeo al considerar que Guzmán todavía aspira a volver a ser campeón del mundo…¡que puede que sea el mismo caso de Campbell!, dicen analistas locales.