SANTIAGO.- Según los expertos en asuntos hídricos y geológicos, los hundimientos de tierra que constantemente se originan en la Cordillera Septentrional, se deben a la debilidad de su superficie por la depredación indiscriminada de su capa forestal.
Sin embargo, a pesar de la advertencia de los conocedores del asunto, la tala de árboles continúa en muchos lugares de esa montaña, según denuncian ecologistas, agricultores y personas afectadas.
Los cortes de árboles, especialmente de caoba se llevan a cabo en fincas y haciendas que forman parte de los escasos bosques de caoba que se conservan en en las estribaciones de la Cordillera, donde además existen otras especies.
El hacendado y empresario Rafael López dijo que sólo en su propiedad han sido talado en los últimos días al menos cien troncos de cao ba.
También han ocurrido devastaciones en la hacienda de Emilio Llaverías y en otras propiedades.
Sostuvo que en una ocasión, tres individuos fueron apresados por talar árboles en su propiedad y que presumiblemente fueron libertados.
Sostuvo que la madera fue llevada al destacamento de la Policía, pero que por órdenes del jefe de la Policía Ambiental, coronel Nelson Tiburcio fue retirada del lugar, contradiciendo una orden del procurador de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Santiago, Jacinto Mejía y un fiscal adjunto.
Según López, varias personas han sido detenidas por talar caoba en su finca, pero que han logrado su libertad en los tribunales.
Por igual hizo un llamado al secretario de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal para que inicie una profunda investigación sobre lo que acontece en la Cordillera Septentrional, pues allí no han cesado los cortes de árboles.
Indicó que esa es una zona muy proclive a los deslizamientos de tierra y que si se les destruye su capa boscosa que sirve como sostén del suelo, la situación se complicaría a niveles alarmantes.
A juicio de López, en la tala de árboles supuestamente hay complicidad de vigilantes forestales y que ya en Foresta no lo reciben cuando acude a esa institución a querellarse.
De su lado, el ecologista Ramón García Morel dijo que la tala de árboles en la Cordillera Septentrional es una práctica vieja y que de nada valen las denuncias que hacen para que la situación se corrija.