El Procurador Radhamés Jiménez Peña reveló este martes que República Dominicana es el tercer país más violento de Latinoamérica, lo que se verifica en el alto índice de asesinatos, unos de los más elevados de la región. El 75% de los crímenes están relacionados al tráfico de drogas.
Jiménez Peña declaró que en el Caribe insular la media de asesinatos es de 30 por cada cien mil personas, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados. Explicó que República Dominicana ocupa el tercer país de la región en índice de criminalidad y violencia.
En tal sentido, consideró que el flagelo del crimen organizado es uno de los principales causantes del atraso y subdesarrollo de la región, el cual con el paso del tiempo ha venido transformándose en la misma medida en que los pueblos han ido evolucionando como sociedad o quizás hasta en mayor grado.
Indicó que existen pruebas contundentes de que el narcotráfico, la delincuencia organizada transnacional y el terrorismo, son los principales catalizadores de esa situación, puesto que el tráfico de drogas incide en gran medida en el incremento de la demanda de armas de fuego, tanto por parte de criminales como de las autoridades.
El funcionario entiende que los gastos incurridos en armas de fuego por parte de los gobiernos, para enfrentar la delincuencia, contribuyen al desvió de importantes recursos que deberían ser destinados al desarrollo de los países.
El representante del Ministerio Público sostuvo que datos estadísticos aseveran que del total de crímenes en el Caribe, el 75% de ellos están relacionados al tráfico ilícito de drogas, ya sea por disputas en sus ventas, asaltos en busca de recursos para el consumo y ajuste de cuentas, entre otros.
Jiménez Peña indicó que los esfuerzos de cooperación deben ir dirigidos hacia el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de cada uno de los Estados Caribeños, tanto a nivel interno como regional, porque es esencial el establecimiento de mecanismos adecuados para ello.
Manifestó que en el país se ha implementado con mucho éxito el Plan Nacional de Seguridad Democrática con lo que se dejó de lado el tradicional modelo de prevención conocido como mano dura.
Para el 2004 se creó el Primer Centro de Corrección y Rehabilitación de San Felipe de Puerto Plata, para posteriormente abril unos 9 centros de Corrección y Rehabilitación en el tiempo record de 1 año y medio.
Esos centros han transformado de manera radical las condiciones de vida de los reclusos, posibilitando una reinserción social de la persona privada de libertad, ya que la inversión en medidas sociales han tenido mejores resultados que el empleo de medidas represivas.
Jiménez Peña abordó este tema al pronunciar el discurso de apertura de la reunión del grupo de expertos de la Conferencia Ministerial para el Caribe sobre Tráfico Ilícito de Drogas, Delincuencia Organizada Transnacional y Terrorismo, celebrada en el hotel Santo Domingo.