El consumo humano de medicamentos falsos causa muertes todos los días en República Dominicana, afirmó este sábado una fuente médica que denunció el uso de tiza, azúcar y harina para la fabricación de esos productos.
El director del hospital Luis Eduardo Aybar, Secundino Palacios, afirmó que en esa institución ha atendido a varias personas que posteriormente han muerto a causa del consumo de medicinas falsificadas.
"La población está sufriendo esta venta de medicinas falsificadas carentes de componente curativo porque son elaboradas en laboratorios dominicanos que no reúnen los requisitos de normas ni de calidad", explicó.
Asimismo, reveló la distribución de medicamentos traídos desde Guatemala, México y otros países bajo el argumento de que serán distribuidos a personas humildes y que no tienen principio activo.
"Estos medicamentos falsos son elaborados a base de tiza, azúcar, harina y otros componentes, a los que se agregan etiquetas falsificadas para venderlos como auténticos", agregó.
Como ejemplo de sus aseveraciones, Palacios aseguró que la Ciprosina, antibiótico de "altísima" calidad fabricado por la farmacéutica Bayer, se está elaborando en otros países sin ninguna calidad y le colocan el nombre con la misma envoltura.
Indicó que en la mayoría de los casos muchas personas de escasos recursos van a las farmacias y cuando preguntan por un medicamento, cuyo precio es caro, el farmacéutico le ofrece otro más barato, pero que al final lo que está comprando es almidón y azúcar.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Convenio de Ginebra califican de crimen de lesa humanidad la fabricación de medicamentos adulterados o la venta de los ya vencidos.
Por otra parte, el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Ramón Alburquerque, solicitó un "mayor castigo" para los falsificadores de medicina, por constituir esa actividad un "crimen capital" contra la integridad del pueblo dominicano.
Alburquerque puso de ejemplo países como Estados Unidos y el Reino Unido donde se castiga hasta con cadena perpetua y la pena de muerte a quienes se comprueba han adulterado medicamentos.
A principios de febrero, las autoridades de salud dominicanas confirmaron la muerte de dos personas luego de que les fueron aplicados medicamentos falsificados en hospitales públicos de Santo Domingo.
La Secretaría de Salud procedió, entonces, a desmantelar en la capital y en Moca, las operaciones de decenas de distribuidores de medicamentos donde comprobó la venta de productos adulterados y aseguró que ese comercio ilícito genera cera de los 1,000 millones de pesos (unos 28,5 mil millones de dólares) cada año.
Sin embargo, la mayoría de los establecimientos clausurados en esas demarcaciones han vuelto a operar.