Puerto Príncipe (EFE).- Los haitianos conmemoraron el quinto aniversario de la caída del ex presidente Jean Bertrand Aristide, que coincide con un proceso electoral difícil el próximo abril, que mantiene dividido al antiguo oficialista partido Familia Lavalas.
Cinco años después de la salida del ex jefe de Estado, el 29 de febrero de 2004, el país continúa en una situación de estabilidad política frágil y de cierta seguridad bajo la presencia de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), según distintos analistas.
Centenares de partidarios de la organización Lavalas, que en su día lideró Aristide, se manifestaron hoy en Puerto Príncipe para reclamar su retorno y pedir la disolución del Consejo Electoral Provisional (CEP) que excluyó el partido del proceso de las elecciones senatoriales parciales del 19 de abril.
Estas manifestaciones obligaron a la policía a tomar medidas especiales para cerrar unas carreteras en la región de Delmas, donde se encuentra la oficina del CEP.
Los líderes de sectores de base del movimiento político Lavalas anunciaron que a partir de este sábado van a presionar para que "se termine el periodo de estabilidad de Haití", afirmó el portavoz René Civil, muy conocido por su activo papel en las actividades de lucha de los grupos lavalas.
Civil añadió que los propios militantes lavalas que, según el, llevaron a René Préval al poder por segunda vez en 2006, no querían poner en peligro la estabilidad política "pero el presidente Préval y el CEP que nos llevan hoy a ocupar de nuevo la calle", declaró.
"No puede haber elecciones en Haití sin la participación de Familia Lavalas", puntualizó, al tiempo que anunció "el final de la cohabitación con la Esperanza (plataforma que llevó a Preval al poder) ni con el propio Préval".
El objetivo, según los militantes lavalas, es también "la vuelta física al país" de Aristide, exiliado en Sudáfrica tras su derrocamiento.
Los militantes lavalas calificaron de "traidores" al antiguo primer ministro de Aristide, Yvon Neptune, y al ex diputado Yves Cristallin, que encabezan una rama del partido Familia Lavalas frente a otra dirigida por Maryse Narcisse.
La división de la agrupación se puso de manifiesto cuando cada rama inscribió sus propios aspirantes para los 12 puestos vacantes en el senado, que en la actualidad cuenta con 18 miembros a causa del término del mandato de diez parlamentarios, la muerte de uno y la destitución de otro.
"En Haití, siempre las cuestiones electorales crean una gran tensión en la sociedad", opinó la analista Myrtha Gilbert, escritora y militante política.
Sobre la división de Lavalas, Gilbert estimó que esta basada sobre "la búsqueda de poder personal".
Según ella, la ausencia de Aristide desde hace cinco años suscita la voluntad de algunos miembros de ese movimiento de tomar la dirección de la organización y opinó que su fragmentación puede beneficiar a sectores "que pueden alimentar la división".
Esta situación política puede impactar negativamente en la economía e influir en la situación socioeconómica, especialmente en la seguridad alimentaria, a pesar de una mejora de la situación durante este primer trimestre del año, según Gary Mathieu, de la Coordinación Nacional para la Seguridad Alimentaria (CNSA).
Actualmente 3 millones de personas sufren de la inseguridad alimentaria en el país, lo que representa una reducción de un 10 por ciento con respecto a otros años.
Según el agrónomo, esta cifra de 3 millones (un tercio de la población haitiana) podría aumentar a 3,1 millones en el segundo trimestre del año, a causa de debilidades en la producción agrícola, pero también a causa de una situación política, agregó.
Mientras se discute el presupuesto nacional para el año fiscal (octubre 2008-septiembre 2009), Mathieu estimó que los programas de intervención urgente establecidos a raíz de las manifestaciones de abril de 2008 y de los huracanes que azotaron el país ese mismo año, son insuficientes.