La ansiedad se estaría apoderando de líderes de partidos pequeños y disidentes de otras organizaciones políticas, que no fueron tomados en cuenta por el presidente Leonel Fernández el pasado 16 de agosto, y que pensaron ahora podrían ser nombrados.
Algunos de los que todavía confían serán nombrados, quieren cargos diplomáticos, entre los que estaría un destacado hombre de los medios de comunicación que llegó al Partido de la Liberación Dominicano (PLD) procedente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Informes obtenidos por DominicanosHoy.com señalan que el comunicador volvería al partido blanco, si en las próximas horas no sale su decreto, como pago a su respaldo a la reelección del presidente Fernández.
En los encuentros de amigos y compañeros de partidos, mejor conocidos como “peñas semanales”, esos dirigentes políticos y disidentes estarían manifestando su disgusto, porque el presidente Fernández no los ha llamado para ofertarles cargos.
Otros líderes de partidos pequeños y disidentes de otras organizaciones políticas vieron truncadas sus posibilidades de nombramientos ahora en febrero, cuando en enero pasado el presidente Fernández designó a 100 nuevos funcionarios en cargos diplomáticos, consulados y en la misión dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas.
Las designaciones fueron anunciadas en un encuentro donde participaron los miembros del comité central del PLD, Rafael Evans, ministro consejero; Juan Isidro Martínez, embajador alterno de la misión dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el embajador alterno Gregorio Morrobel, y Carlos Féliz.
Los nombramientos, entre los que se incluye algunos empleados del consulado dominicano en Nueva York, que cobraban por la nómina que paga el cónsul de los honorarios que percibe, crearon disgustos entre dirigentes y miembros del PLD.
También el presidente Fernández nombró en enero pasado una cantidad considerable de cónsules y vice-cónsules, entre ellos ciudadanos norteamericanos y en consulados hasta con más de cuatro años cerrados.
Los nombramientos de ciudadanos norteamericanos en Miami por parte del presidente Fernández se realizaron, aún el propio mandatario reconociendo su imposibilidad, porque con ellos viola leyes del Departamento de Estado. Los sueldos de los nuevos cónsules y vice-cónsules “botellas” en esa urbe van desde 4,000 a 7,000 dólares.
La acción del gobierno dominicano fue severamente criticada por la comunidad criolla en Miami, porque solamente los vice-cónsules llegan a 20, de los que asisten dos o tres. Recordaron que durante los cuatro años de Hipólito Mejía solo eran nueve, y aún así fue todo un escándalo.