Los españoles no están dispuestos a renunciar a sus vacaciones en época de crisis, pero la pérdida general de poder adquisitivo ha obligado a muchos a cambiar de hábitos en sus viajes. Una encuesta realizada por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), refleja los equilibrios que miles de turistas tuvieron que hacer en el 2008 para poder viajar a pesar de las dificultades. Cada vez más personas cambian el avión por el coche, los hoteles por casas de amigos y los restaurantes finos por la compra en el súper.
El último estudio del ICTE evidencia el rápido empobrecimiento de este sector, habituado desde el 2003 al crecimiento constante. El primer dato que llama la atención es el brusco descenso de los viajes al extranjero, que pasan de ser el 31,2% del total de salidas realizadas en el primer semestre del 2007 al 16,4% en la segunda mitad del 2008, retroceso de casi el 50%.
Como consecuencia hubo un retroceso similar en el uso del avión como medio de transporte, que cayó un 48% en ese mismo período. Los desplazamientos en vehículo particular pasaron del 37,5% al 54,19%.
Aumentaron las salidas de fin de semana o puentes y se redujeron los viajes de una semana, dos y hasta un mes. De esos comportamientos, el ICTE concluye que en tiempo de vacas flacas los españoles no desisten de hacer turismo, pero los viajes son cortos y a destinos nacionales a los que pueden llegar en sus propios coches.
Declive
El estudio certifica el declive sufrido por las agencias de viajes. En el 2007, el 14,22% de los turistas recurrió a esos establecimientos para contratar sus vacaciones, porcentaje que en el último semestre del 2008 cayó al 4,8%. Además, aquí es donde más se imponen las nuevas tecnologías: la contratación a través de Internet avanzó hasta alcanzar el 70%. Debido a este cambio de tendencias, en el 2008 tuvieron que echar el cierre 445 agencias, casi el 5%, según datos del distribuidor de reservas Amadeus, usado en España por más del 90% de estos negocios.
En cuanto al tipo de alojamiento, creció el uso de casas particulares, desde el 19,8% al 34,33%, y entre los turistas que eligieron hoteles descendió un 13% la pernoctación en establecimientos de 4 y 5 estrellas. El ICTE aprecia, también, un descenso importante en el gasto por persona y día. El porcentaje de viajeros que emplearon entre 101 y 300 euros diarios bajó catorce puntos en el período analizado. Mientras, aumentó 16 puntos el de aquellos que gastaron entre 0 y 100 euros. Para el presidente del ICTE, Miguel Mirones Díez, este es «sin duda uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el sector» en esta crisis, pues «afecta directamente a la rentabilidad de los negocios».