Una división entre los altos mandos militares de la República Dominicana, por quedarse con la supremacía dentro y fuera de las Fuerzas Armadas, estaría llevando hasta una encrucijada al presidente Leonel Fernández, para quien sería muy difícil escoger entre unos y otros.
Conocedores de la situación, calificaron de muy peligroso lo que está ocurriendo en las filas militares dominicanas.
En la época del doctor Joaquín Balaguer existían mandos militares, como Enrique Pérez y Pérez y Ney Nivar Seijas, que se disputaban mandos dentro de los organismos castrenses. “Ahora la disputa es por millones de pesos, división territorial y espacio aéreos y marítimos”, explicaron.
Llamaron la atención del presidente Leonel Fernández por la pugna entre militares por la defensa de sus intereses, y porque, además, sectores militares estarían haciéndoles daño a los encargados de su seguridad, y el mandatario, alegadamente, lo está permitiendo.
También se dijo que civiles estarían interviniendo en la vida de los miembros de las Fuerzas Armadas, con el único fin de utilizarlos. Tanto así, que existe un grupo de generales con 25 coroneles listos para entrar en acción, en caso de ser tocados, pudiendo esto conllevar, incluso, a una intervención.
Los grupos militares se mantendrían haciendo conjeturas, y en muchas ocasiones especulando con informaciones de alegadas cancelaciones de visados a funcionarios y militares del entorno al presidente Fernández.
Se insiste en que, de no ponérsele freno, las divisiones militares provocarían situaciones más serias y graves que cuando en los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC); e Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Durante el gobierno de Hipólito Mejía salieron a relucir pugnas entre los entonces jefes de las Fuerzas Armadas, teniente general José Miguel Soto Jiménez y del Ejército, general Jorge Radhamés Sorrilla Ozuna. Al final resultó una especie de celos entre guardias, que el presidente Mejía manejó con facilidad.
Sin embargo, las pugnas actuales están relacionadas con el crecimiento del narcotráfico, la corrupción y otras formas de enriquecimiento ilícito. La situación es tal, que esos grupos dentro de las Fuerzas Armadas han llegado a considerarse pequeños gobiernos dentro del gobierno.
Asimismo, versiones puestas a circular dan cuenta de que militares de altos rangos son propietarios de inmuebles y naves aéreas de procedencia cuestionables.
Entendidos en la materia advirtieron sobre el daño de esta situación, dentro de los organismos castrenses, podría causar a la institucionalidad del país, más aún ante una oposición política debilitada como la que exhiben el PRD y el PRSC.
También DNCD y la Policía
El destape de numerosos casos de agentes envueltos en drogas y de policías confabulados con narcotraficantes es parte de una pugna que se estaría dando entre la DNCD y la Policía, por el control absoluto de la lucha contra el tráfico y consumo de estupefacientes.
El pasado 21 de Febrero de 2008, en rueda de prensa conjunta, ambos organismos anunciaron el inicio de la coordinación de la lucha antinarcóticos, aclarando que “no habrá contradicción entre ellos, porque todo se haría conforme a un plan a cargo de la DNCD”.
En aquel entonces, el presidente de la DNCD era el mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira, destituido en agosto pasado por el Poder Ejecutivo, y puesto en su lugar al mayor general Gilberto Delgado Valdez.
Sin embargo, fuentes de entero crédito informaron al periódico digital DominicanosHoy.com que con Delgado Valdez esas contradicciones volvieron a surgir, y que las diferencias entre la DNCD y la Policía Nacional llevan ya algunos meses.
Según los informes, la DNCD entiende que es el único organismo responsable de la lucha contra el narcotráfico, y quiere su exclusividad. Se dijo, incluso, que los agentes antinarcóticos se opusieron desde el primer momento a la creación del Departamento Policial que los enlaza en la lucha contra las drogas.
El conflicto también tendría su base en el control de las propiedades y los recursos que ambos organismos incautan a los narcotraficantes, los cuales deben por ley deben ser regenteados por el Consejo Nacional de Drogas (CND).
Explicó –la fuente- que los tantos casos dados a conocer, de policías envueltos en drogas y confabulados con narcotraficantes, sería parte de un plan de la DNCD para desacreditar a la Policía Nacional, con el único propósito de descalificarla para enfrentar el narcotráfico.
Además, la fuente manifestó que el descubierto caso de soborno a policías de Bonao por parte del narcotraficante Nelson Sánchez, y que provocó la cancelación de la dotación policial de la provincia Monseñor Nouel, es parte de esa campaña de descrédito.
Sobre este reciente caso, se recuerda, que un allanamiento en un punto de distribución de drogas, miembros de la Policía y la Fiscalía encontraron un listado en el que figuraban 20 agentes que supuestamente recibían dinero para permitirle al narco actuar libremente en la provincia Monseñor Nouel.