San Juan, (EFE)- Un error del inicialista Willy Aybar con batazo de Yurendell de Caster le dio oportunidad a Gene Kingsale de darle otra dramática y sorprendente victoria de Holanda, 2-1, en la undécima entrada sobre la República Dominicana y pasar a la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol 2009.
Sidney de Jong abrió la baja del episodio frente a Carlos Mármol (0-1) con doble entre el bosque central y el derecho.
Curt Smith fue puesto fuera por roletazo al campocorto. Sin embargo, Kingsale pegó sencillo al jardín derecho, impulsando a De Jong para empatar el partido 1-1.
Estando Kingsale en la inicial, Mármol cometió error al tratar de sacar al corredor en primero, avanzando éste a tercera base.
Mármol se reincorporó ponchando a Sharlon Schoop. Luego, concedió base por bolas intencional a Randall Simon.
Sin embargo, fue el histórico batazo de Caster que le dio a Holanda la segunda victoria sobre el equipo dominicano en la serie, tras haberlos vencido 3-1 el pasado sábado.
De esta forma, Holanda se une a Puerto Rico como los representantes del grupo D que disputarán la siguiente fase, que se llevará a cabo en el Dolphin Stadium, en Miami.
Ambos equipos jugarán este miércoles por el primer lugar del grupo. Puerto Rico le ganó su primer encuentro, el lunes, 3-1, con una remontada de su parte de tres carreras en la octava entrada.
Los dominicanos tuvieron oportunidad de ganar el partido en la parte alta de la undécima entrada cuando un error del jardinero derecho Kingsale por batazo de José Bautista, le dio oportunidad a José Reyes de anotar desde la primera base y tener ventaja 1-0.
Luego de dos hombres fuera, el relevista Leon Boyd (1-0) caminó a Reyes, para entonces Bautista dar el batazo clave, hasta ese entonces.
Fue el ‘pitcheo’ que dominó el juego de principio a fin, mientras los bates eran silenciados, aunque algunos batazos fueron de distancia hasta llegar a la verja en los jardines.
Los bates fuertes de la República Dominicana, integrados mayormente por Hanley Ramírez, David Ortiz, Miguel Tejada, José Guillén y Robinson Canó, se combinaron para sólo seis imparables en 23 turnos.
Los abridores dominicanos Ubaldo Jiménez y Tom Stuifbergen dieron una demostración de sus habilidades sobre el montículo, al lanzar eficazmente durante las primeras cuatro entradas.
Jiménez, sin embargo, tuvo la mejor salida, al ponchar a diez bateadores en su apertura, incluyendo los tres en línea en la segunda y cuarta entrada.
La cantidad de abanicados marcó una marca en la historia del Clásico. El récord anterior era de ocho, que había implantado el japonés Koji Uehara, con ocho, el pasado 18 de marzo de 2006 contra Corea.
La oportunidad más cercana que tuvieron los dominicanos en anotar fue cuando luego de que David Ortiz conectara un doble para abrir la cuarta entrada. Adelantó por sencillo al cuadro de Miguel Tejada, teniendo corredores en primera y tercera sin ‘outs’.
Pero, Stuifbergen se las pudo arreglar con elevado de José Guillén, ponche a Robinson Canó y roletazo al diamante de Miguel Olivo para culminar la amenaza.
Los holandeses, por su parte, no conectaron ningún inatrapable desde que Gene Kignsale dio un sencillo en la tercera entrada.
En la parte alta de la novena entrada, y luego de dos hombres fuera, el relevista Diegomar Maxwell reemplazó a Dennis Neuman.
Neuman, sin embargo, fue recibido por una fuerte línea de José Reyes al bosque central. Fue el primer imparable de los dominicanos desde el doble de Ortiz en el cuarto episodio. Luego, el capitán del equipo dominicano, Moisés Alou, hizo su primera aparición en el Clásico, pero no pudo contribuir a la ofensiva, al pegar roletazo al campocorto.
En la décima entrada, luego de dos hombres fuera, el holandés Boyd entró a relevar a Diegomar Markwell.
Boyd fue recibido por imparables consecutivos a los bosques por Miguel Tejada y José Guillén.
Sin embargo, Robinson Canó pegó un elevado al jardín derecho, para culminar la entrada, hasta que llegó el milagroso batazo de Bautista.