Washington.- El presidente Barack Obama ha comenzado a intensificar los esfuerzos para reconstruir la confianza de los estadounidenses sobre la economía mientras aborda los malestares financieros del país en juntas con los atemorizados líderes industriales y en sus discursos directamente con la población.
Obama tendrá otra oportunidad para expresar su optimismo en una reunión con Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal que dirige a al grupo de especialistas encargados de asesorar al presidente sobre la recuperación económica.
Volcker se prepara para dar un informe a Obama y a su equipo económico sobre cómo ha comenzado a operar el paquete de estímulos económicos por 787.000 millones de dólares y a su vez Obama dará un breve comentario tras el informe.
La economía, que pasa por su peor momento desde la Gran Depresión de la década de 1930, ha dominado la agenda del presidente desde que asumió su cargo.
El jueves, ante los principales directores empresariales del país, Obama defendió sus iniciativas para impulsar la economía lejos de su declive y dijo que su plan a largo plazo le da razones para tener esperanzas, a pesar del aumento en el desempleo y los indicadores económicos negativos.
"Nunca creí esos cuentos fatalistas de infortunios sobre que el cielo se va a caer. Tiendo a ser bastante optimista", dijo Obama. "No estaría aquí si no fuese bastante optimista".
El presidente declaró que la crisis nacional "no es tan mala como parece", y que ha visto a la opinión pública cambiar sin lógica.
"Hay un poquito de buenas noticias y de pronto todo está de maravilla. Hay una pizca de malas noticias y ‘¡Oh! nos estamos yendo por el precipicio’", dijo. "Y obviamente soy objeto de estas estimaciones constantemente cambiantes".