Sidney (Australia) (EFE).- Los bomberos de Australia anunciaron que han apagado hoy el último de los incendios que ardían desde hace 36 días en el estado de Victoria, en el sureste del país, y que han matado a 210 personas, destruido más de 2.000 casas y arrasado 455.000 hectáreas de terreno, principalmente bosques, informó la emisora de radio ABC.
La lluvia y temperaturas más frías han contribuido a sofocar las llamas del fuego en el Parque Nacional Promontorio de Wilson, que se extiende por más de 90 kilómetros cuadrados en las cercanías de Melbourne, la capital del estado.
No obstante, las operaciones oficiales de rastreo de cadáveres continúan con la ayuda de reservistas de los vecinos estados de Nueva Gales del Sur, Australia del Sur y Australia Occidental.
La búsqueda comenzó esta semana en Marysville, a unos 150 kilómetros al noreste de Melbourne, donde se conocen 45 víctimas mortales y las autoridades temían que el número pudiera llegar a 100 de sus 519 habitantes.
Los incendios, algunos de ellos provocados, arrancaron el 7 de febrero pasado cuando la región meridional de Australia llevaba dos semanas bajo una ola de calor sin precedentes.