BERLIN, Alemania.- ¿Quién ha dicho que los alemanes no saben bailar salsa, bachata y merengue?
Esta es la entrega número 43 de la Bolsa Internacional de Turismo (ITB por sus siglas en alemán), el referente mundial más importante de las ferias de la industria turística. Se han dado cita aquí 11,147 empresas procedentes de 186 países y la participación de 177, 891 visitantes, entre ellos ocho mil periodistas.
No nos sorprendamos si en un clásico mundial de baile de nuestros géneros, cualquier delegación europea nos repite lo que nos ha hecho Holanda en el béisbol, que nos derrota en renglones en los que estamos convocados a ejercer una supremacía fuera de dudas.
Y si algo así se diera, no será porque estemos debajo de nadie, sino porque dejamos al azar y al ingenio, cosas que deberían ser de escuelas.
Sin embargo, como pueblo, tenemos potencial para llegar hasta donde queramos. Ojalá que en muchas otras actividades podamos estar como en el turismo, y que en esa misma área confluyan las voluntades hacia el impulso de una política de Estado, que se apalanque en esa dinámica para desarrollarlo todo.
En el último trimestre del año pasado se aprobaron proyectos de inversión en el sector turístico por el orden de los 9 mil 600 millones de dólares, que sumados a los aprobados en los primeros cuarenta y cinco días del año en curso totalizan 14 mil 562 millones de dólares, en los que no se incluyen inversiones por el monto de los 450 millones de dólares, solamente en Puerto Plata, que han sido anunciadas por el secretario de turismo y los respectivos inversores en el marco de esta feria.
Luego de finalizar una de esas productivas jornadas de actividades, que son el pan nuestro de cada día de la ITB, acepté la invitación de unos amigos para visitar una discoteca en la que sólo se toca salsa, bachata y merengue, y creyendo que me iba a encontrar con un ambiente hispano, me sorprendió que la concurrencia fuera básicamente alemana, pero más me llamó la atención, que todos bailaran como si se tratara de música muy propia.
Ese ambiente opera en un solo nivel de lunes a viernes, en el que se turnan los segmentos para que toque una tanda de cada cosa, pero los fines de semana, operan los tres niveles en el que los concurrentes escogen el salón de la música que prefieren, con la opción de mudarse de un nivel a otro cuando quieren cambiar de salsa para merengue o de merengue para bachata. Por lo general los salones se abarrotan, y la inmensa mayoría sigue siendo de alemanes, que el propio negocio los ha ganado como clientes fijos, auxiliándoles con profesores para el aprendizaje de los bailes. La lógica no puede ser más rentable, el que tiene un centro de baile donde las personas también se enseñan a bailar, no hace más que ampliar el mercado de su establecimiento.
República Dominicana usó la plataforma de esta gran feria turística para mostrar la nueva campaña de promoción internacional del destino dominicano, y la repuesta no ha sido sólo una grata impresión de todos los que la vieron, sino que fue objeto de una premiación muy significativa, pues en el concurso de campaña de promociones turísticas, esta vez compitieron en la ITB trescientos spot, y hubo países que participaron hasta con doce. Dominicana compitió con uno, con el nuevo eslogan de que la República Dominicana lo tiene todo, y ganó el segundo lugar.
No olvidemos que en la feria de España, en un congreso sobre la situación del turismo frente a la crisis, tanto el ministro de ese país como los directivos de la Organización Mundial del Turismo, señalaron como modelo a seguir el dominicano, y en la redacción final de los documentos hicieron de todos la posición del ministro de turismo, licenciado Francisco Javier García, que es contraria a que el sector sea declarado en crisis, como consecuencia del colapso financiero mundial, razonando, entre otros aspectos, que en las actividades que entraron en reflujo en año pasado no puede estar el turismo, que de movilizar 903 millones de personas en el 2007 pasó a mover 924 en una conyontura tan crítica como la del 2008.
En cuanto al turismo alemán, el plan de la República Dominicana es de consolidación y reposicionamiento. Ahora que su oferta es más variada y que responde a todas los requerimientos de la demanda, quiere que los números de los visitantes, vuelvan a encaramarse por encima de los 400 mil por año.
Pero observando lo bien que muchos están aprendiendo a bailar, tenemos que acogernos al desafío de masificar las escuelas de baile para que nadie nos aventaje en lo nuestro.
El actual ministro de Turismo no sólo ha querido interesar en el tema del desarrollo turístico a los sectores vinculados a esa área, tiene la meta de que sea un tema principal en todos los ordenes de la vida dominicana.