Luanda.- El papa, Benedicto XVI, llegó hoy a Luanda, segunda y última etapa de su primer viaje africano, para conmemorar el 500 aniversario de la evangelización de Angola, el primer país del África austral al que llegaron los misioneros católicos.
El avión que trasladó al Pontífice desde Yaundé, la capital de Camerún, tocó tierra en el aeropuerto "4 de Febrero" de Luanda a las 12.42 hora loca (11.42 GMT), donde Benedicto XVI fue recibido por el presidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, acompañado de su esposa.
También acudieron el arzobispo de Luanda y presidente de la Conferencia Episcopal de Angola y Santo Tomé, Damiao Antonio Franklin, y el obispo de Cabinda, Filomeno do Nascimento Viera Dias, así como autoridades civiles y numerosos religiosos.
Con motivo de la llegada del Papa a Angola, las autoridades han declarado hoy día festivo, para brindarle una "recepción digna", mientras peregrinos de todo el país y de los cercanos llegan a Luanda para una misa que oficiará el próximo domingo en el norte de la ciudad, en la que se esperan 500.000 fieles.
Tras los honores militares y la bienvenida de Dos Santos, el Papa pronunció su primer discurso en Angola, en el que exhortó a los angoleños a proseguir en el camino de la pacificación y de la reconstrucción del país y de las instituciones, tras las casi tres décadas de guerra civil que asolaron el país hasta 2002.
Benedicto XVI abogó por una sociedad de justicia, paz y solidaridad, basada en la caridad y en el perdón recíproco y recordó que el viene de un país, Alemania, "que conoció la guerra y la división entre hermanos de una misma nación debido a una ideología devastadora e inhumana (nazismo) que, bajo la falsa apariencia de sueños e ilusiones, colocaba en los hombres el yugo de la opresión".
"Por eso podéis entender lo sensible que yo soy al diálogo entre los hombres como medio para superar cualquier forma de conflicto y para hacer de cada nación una casa de paz y hermandad", agregó.
"Vuestro territorio es rico y la nación fuerte, pero por desgracia dentro de vuestros confines hay todavía muchos pobres que reivindican el respeto de sus derechos", dijo.
Para él, las autoridades de Angola no pueden "olvidar la multitud de angoleños que viven por debajo del umbral de la pobreza absoluta. No podéis desilusionar sus esperanzas"
Desde el aeropuerto el Pontífice se trasladó a la Nunciatura, donde se alojará durante los cuatro días de estancia en Angola, hasta el 23 de marzo.
Benedicto XVI tiene previsto reunirse esta tarde en el Palacio Presidencial de con José Eduardo Dos Santos y, después, con las autoridades políticas y el cuerpo diplomático acreditado en Luanda en el mismo edificio.
Un encuentro con los obispos de Angola y de Santo Tomé pondrá fin a su primer día de estancia en Luanda.
Benedicto XVI quiere bendecir el proceso de consolidación de la paz en Angola, iniciado en 2002, y el progreso económico registrado en los últimos años, cuyos beneficios, según el Vaticano, deben ser repartidos entre toda la población, especialmente los más pobres.
Angola es el país de África con un mayor crecimiento en los últimos años, en los que se ha convertido en el principal exportador de petróleo del continente, pero el 70 por ciento de su población sigue viviendo en la miseria, con unos servicios educativos y de salud muy deficientes y con un 17 por ciento de analfabetos.
Benedicto XVI es el tercer Papa que viaja a África, tras Pablo VI, que lo hizo una sola vez y Juan Pablo II, que estuvo en el continente en trece ocasiones.
Juan Pablo II estuvo dos veces en Camerún y en una ocasión en Angola. EFE