¿De dónde viene el atribuirle a la serpiente el poder y la magia sexual para engañar a Eva? ¿Quién es la serpiente?
En el mundo que como base de su formación cultural usa el texto bíblico, la relación de Eva y la serpiente aparece en el segundo capítulo de Génesis titulado: “El hombre en el huerto del Edén”; pero, en esa parte no aparece nada que indique por qué la serpiente tiene una idea tan acabada de lo gozosa que son las relaciones sexuales y cómo la referencia no parece tener ninguna verosimilitud. No he encontrado en ninguna obra poética una explicación que pueda complacer el sentido curioso y los textos científicos lo descartan totalmente pues la unión sexual de las serpientes, generalmente se verifica entre fines del invierno y comienzo de la primavera, en lugares aislados, lejos de sus enemigos naturales. Es decir, las serpientes tienen una práctica sexual bien discreta, nadie las ve, como a las perras o a las chivas, haciendo uso público de su libido. A partir del momento de la fecundación, la preñez evoluciona en dos formas diferentes: algunas se reproducen mediante la postura de huevos (son ovíparas), en tanto que otras mantienen los huevos dentro de su propio vientre (son ovovivíparas).
La verosimilitud, elemento esencial en una buena metáfora, puede decirse que en nuestros bares esta basada en el Génesis, en el Capítulo de la Creación , en el versículo 11 donde se afirma: “Después dijo Dios: Produzca la Tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la Tierra ”. Ese elemento “árbol de fruto que dé fruto según su género”, es la esencia de una buena verosimilitud, es ahí donde esta la clave. Y la serpiente no es un símbolo sexual que encaja dentro de esa historia.
Cuenta el Génesis que cuando ya se habían creado todas las especies, pero aún faltaba el hombre, ese acto quedó descrito en el versículo 26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los Cielos, en las bestias, en toda la Tierra , y en todo animal que se arrastra sobre la Tierra ”. Y el versículo 27 confirma: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
Esa afirmación de que “varón y hembra los creó” descarta el cuento posterior de que Adán vivía triste en el huerto del Edén y que Dios se apiado de él, lo puso a dormir profundamente –lo que hoy se conoce como anestesia-, le sacó una costilla y le creó una compañera a la que Adán llamó Varona, porque del varón fue tomada, pero ese nombre ya le había sido dado pues “varón y hembra los creó”. Eva ya existía cuando fue nuevamente creada
La relación mágico sexual de Eva, -que significa “madre de todos los vivientes”, y la serpiente se describe en el Génesis, en el capitulo: “Desobediencia del hombre”, del modo siguiente: “La serpiente llegó donde Eva y le dice, en forma interrogativa: “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y Eva le aclara a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”. La serpiente, quien supuestamente tiene un conocimiento de hecho, le afirma: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”.
En esa escena, que es hasta donde llega en el cuento bíblico la relación de Eva con la serpiente, nada indica ninguna cosa nos lleva a descubrir en la serpiente un poder mágico sexual convincente. Y si hacemos un recorrido por la cultura universal, todo cuanto encontramos es que “en el Lejano Oriente la serpiente es considerado un animal sagrado, divino y protector contra las energías negativas, que representa fuerza, energía y sabiduría. Además es venerada principalmente dentro de la cultura hindi. En el cristianismo, el Espíritu Santo es representado en una paloma blanca, pero aquí, el Dios Shiva es representado como una serpiente, sobre todo una cobra. La cultura China la considera también una entidad protectora; un ejemplo de ello lo encontramos en la Gran Muralla China construida sobre un terreno montañoso, y ubicada en el centro de color amarillo. En esta región también es utilizada como un símbolo en algunas artes marciales orientales. En Oriente y en la Edad Media occidental, el símbolo de la serpiente que se muerde la cola, significaba la eternidad y el eterno retorno. De igual forma, en MesoAmérica era veneradas por gran parte de las culturas que allí florecieron. El ejemplo más famoso es el del Dios Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada , Kukulcan para los Mayas. En la antigua Roma, el dios Esculapio (dios de la medicina) adoptaba forma de serpiente, lo que le ha dado nombre a la serpiente de Esculapio. En este caso las serpientes también eran veneradas. El caduceo es uno de los símbolos más antiguos. Usted podría conocer mejor este símbolo como la estructura del ADN y la sanación usada por la profesión médica. Desde antigua Mesopotámica, el caduceo presentó dos serpientes entrelazadas (el sistema nervioso central) alrededor de un bastón (la espina dorsal) con las alas (el "cisne") en ambos lados (los dos hemisferios del cerebro, con el círculo en el centro que representa la glándula pineal, o el sol central y centro psíquico interior). También simbolizó la energía del kundalini”.
Guiado por el sentido común, le pregunte a una mujer ¿por qué se usaba a la serpiente como un símbolo sexual en el cuento de Eva? Y me dijo: “Ustedes los hombres no lo ven, pero nosotras sí; cuando nosotras vemos a un hombre desnudo, lo que vemos en el centro de ese árbol, es una serpiente meneándose, que amenaza con acariciarnos, que se desespera por penetrarnos…”.
Y ciertamente, tiene toda la razón del mundo. Ahora, usar a la serpiente como una metáfora para representar al pene del hombre no es una idea que se le ocurriría a un varón. En mi opinión, ese cuento bíblico de “El hombre en el huerto del Edén” debió haber sido escrito por una mujer. Pero cuando el Emperador Romano, Justiniano El Grande, reunió, en el 314 después de Cristo, a todos los sabios para que elaboraran un texto bíblico único y coherente, en ese congreso no hubo participación de mujeres y los hombres allí no pudieron entender la metáfora del pene del hombre similar a la cabeza de la serpiente; por esa razón la asociación de la serpiente y Eva posee tan poco valor poético.
El cuento parece describir la relación de dos jóvenes, quienes negándose a escuchar los consejos de los padres, tienen relaciones sexuales, son descubiertos y la joven, al ser cuestionada por el padre, usa la metáfora serpiente para explicarle al padre que no pudo resistir la tentación de ver el pene del varón, que estuvo obligada a tocarlo y poseerlo. El padre, como castigo por la desobediencia, aunque no la desampara totalmente, le dona una tierra fuera de su parcela y le dice que desde ahora en adelante deben asumir la responsabilidad por su vida porque ya habían sido abiertos los ojos de ambos. Vestidos con sus túnicas, regalo de boda, se van fuera del dominio del padre para labrar la tierra, comer y vivir para siempre. En el cuento bíblico, “El hombre en el huerto del Edén”, -que reitero, debió haber sido escrito por una mujer-, Adán es el árbol, el pene es el fruto en el centro que no se debe comer antes del matrimonio y cuya representación la asume la cabeza de una serpiente en señal de ataque a la que ninguna mujer del mundo le quitaría los ojos de encima.