Las inundaciones que registra el Lago Enriquillo vienen a desnudar una dura y triste realidad, como ya lo hicieron las tormentas Olga y Noel. En esta circunstancia, mostraban el país un sistema de previsión meteorológico deficiente, una Defensa Civil trabajando a mano pelada, una población indefensa y vulnerable y unos ayuntamientos sin equipamientos para luchar contra las consecuencias de fenómenos naturales que afectan, cada vez más, sectores marginales de nuestra sociedad, sobre todo por su exclusión del mercado formal de la tierra (terrenos en las márgenes de ríos y arroyos, en laderas).
La subida de las aguas de los lagos Enriquillo y Azuei (Saumatre) muestran, otra vez, al mundo y al resto del país, la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas por la pérdida de tierras agrícolas, ganadas a los lagos por largos años de desequilibrios climatológicos.
Una vuelta al Lago Enriquillo, observando hasta el Etang Saumatre y las lagunas del Limón en Jimani, el comportamiento del lago, las brisas, las olas, la temperatura ambiente y otras anotaciones sobre el clima local actual, evidencian que la búsqueda seria de solución al problema ambiental que afecta la población y el propio Lago Enriquillo y Saumatre, pasa obligatoriamente por la comprensión teórica del problema.
Los medios de comunicación, ávidos de información fresca, recogen impresiones, medidas imprecisas, comentarios pueblerinos, anécdotas que se quieren convincentes, pero no han resaltado la desesperación de los científicos del país que fueron a la zona, por la falta de un centro nacional de investigación pluridisciplinario, donde se hubiera concentrado el material bibliográfico, las observaciones de pluviometría, de evaporación, mapas, fotos aéreas, testimonios vivenciales, laboratorio que hubiera facilitado la confrontación de hipótesis y quizás, por qué no, “modelizado” estas hipótesis para darle una explicación científica al fenómeno que todos observamos, impotentes.
Atravesar la zona comprendida entre Neiba y Boca de Cachón es caminar entre la angustia y la desesperanza frente a la impotencia. Los habitantes ven sus predios casi a punto de inundarse, inundados, y cada día que pasa, son más y más los centímetros de tierra que gana el Lago Enriquillo. Palmeras secas, quemadas, bosque anegado, potreros desaparecidos son hoy el paisaje que debemos observar. La prensa dijo que eran 284.780 tareas de tierras agrícolas que han sido sumergidas por las aguas, pero según la NASA son 121.000 tareas.
Según esa misma fuente, el Lago Enriquillo habría pasado de 328.500 a 450.144 tareas. (En la ficha informativa de los Humedales de Ramsar, se decía que el Lago estaba situado a 18º 28’N y 71º 39’ W y que tenía una extensión de 200 km2, 35 Km. de longitud y 8 m de profundidad máxima., una salinidad entre 40 y 90 ppm. Las precipitaciones promedio anuales eran entre 470 y 780 mm, las temperaturas del agua del Lago fluctuaban entre 23.9 y 29,2º C, con una evaporación anual de 2.100 mm (1992) –
(Publicación del 5 de marzo del 2001)
1º Primera pregunta: ¿De dónde ha llegado tanta agua?: De las tormentas Olga y Noel, seguramente, tanto en el Lago, como en las Sierras de Neyba y Baoruco. Superficiales o subterráneas esas aguas, llegaron al Lago directamente y por gravedad siguen llegando.
2º Segunda pregunta: ¿Tiene el Río Yaque del Sur alguna responsabilidad en esa inundación? Es una evidencia que si, pues el Yaque del Sur rompió las compuertas que desviaban sus aguas hacia el Mar Caribe y durante largos meses alimentó la laguna Cabral, en agua y sedimentos, que se comunica con el Lago Enriquillo. En la actualidad, el Río Yaque del Sur tiene un muy bajo caudal de agua, es decir que cesó de rellenar la laguna Cabral.
3º Tercera pregunta: ¿Son reales e importantes los aportes de los arroyos y ríos que bajan de la Sierra de Neyba? Si, son numerosos y bajan con una fuerte pendiente ya que la Sierra de Neyba aproxima los 2.000 m/snm y forma una especie de depósito de agua en sus “abanicos aluviales” , son ellos: el Guayabal, Barreras y Panzo.
Y De la Sierra de Baoruco, también en las inmediaciones de los 2.000 m/snm, bajan los arroyos Las Damas y Bermesi.
En cuanto a las fuentes subterráneas que alimentan el Lago Enriquillo son ellos: Boca de Cachón, Las Barias, La Azufrada, Los Borbollones, La Furnia y Las Marías.
Ahora, bien, si esas hipótesis son plausibles para explicar las inundaciones del Lago Enriquillo, hay que emitir otras y buscar más hipótesis para dar explicaciones al desbordamiento del Etang Saumatre, del lado haitiano.
1º Pregunta: ¿De dónde llegaron las aguas que permiten al Etang Saumatre (Azuei) desbordar sus limites habituales e inundar las Aduanas dominicanas, el Mercado Internacional y pasar por debajo de la carretera que lleva a la frontera e inundar ya, parte de Jimaní?
De las más de 39 fuentes acuíferas subterráneas que fueron censadas por una empresa francesa recientemente. (2007)
Las explicaciones sobre el Río Yaque del Sur ya no son suficientes porque no explican lo que pasa también del lado haitiano, hay que hacer otras hipótesis.
Nuestras reflexiones e hipótesis, hechas sobre el terreno:
1. El nivel freático de las Sierras debe llevar a los lagos muchas más aguas que nunca, pues el Lago Enriquillo subió de así de 5 m, y no es sólo por las tormentas Olga y Noel,
2. La zona sigue recibiendo lluvias nocturnas que alimenta el manto freático general de la zona,
3. A pesar de no haber encontrado registros climáticos, porque no hay registros pluviométricos en las Sierra de Neyba y de Baoruco, creemos que la zona ha recibido y sigue recibiendo lluvias en las alturas de las Sierras y de noche. Este fenómeno nos permite intuir que la masa de agua que retienen los dos lagos (el Lago Enriquillo 40m/bnm y el Etang Saumatre por 10 m/snm) provoca una circulación del aire muy importante, (efecto del foehn) que circula por la diferencia de temperatura, en las laderas (caliente) y en los lagos (frío) y que se enfría al contacto de la masa de agua provocando las brisas inusuales y por lo tanto baja la temperatura habitual (alta) que refresca en la actualidad, el atmósfera y reduce de manera drástica la evaporación. Ese fenómeno es el que permite al Lago mantener su nivel y al contrario ampliarlo, pues recibe agua y no la pierde por evaporación, como lo hacía siempre.
4. Hay que tomar en cuenta que del lado haitiano se piensa que toda la llanura comprendida entre Puerto Príncipe y el Etang Saumatre recibió los embates de lo que ellos consideran fue una especie de “tsunami” en la bahía de Gonave, (Océano Atlántico), lo que alimentó el manto freático de la llanura e hizo subir el nivel habitual de las aguas del Etang Saumatre, que sigue subiendo y podría, de no detenerse, unirse dentro de poco a las aguas del Lago Enriquillo.
EN CONCLUSIÓN:
Todos los científicos del país deben sentir mucha pena y decepción por no contar con un laboratorio de observación y estudio de la naturaleza donde, buscando las causas reales de los fenómenos, podríamos retroalimentar a los ingenieros para que real y efectivamente puedan hablar de obras de ingeniería hidráulicas a construir, que no perturben el ciclo natural de las aguas en la zona y que puedan de una vez por todas, asegurar a la población del Sur, la tranquilidad que se merecen, después de tantas calamidades…donde, además, se podría observar ya las consecuencias del cambio climático que todos sentimos. A propósito, todo parece indicar, que ya estamos en la época de lluvias! Se adelantó…