Johannesburgo.- La conferencia sobre paz y deporte prevista para el próximo viernes en Johannesburgo ha sido pospuesta indefinidamente por los organizadores, al negarse el Gobierno de Sudáfrica a facilitar el visado al Dalai Lama para asistir al encuentro, relacionado con la Copa del Mundo de Fútbol de 2010.
"Los organizadores han decidido, en un espíritu de paz, posponer la Conferencia de Paz de Sudáfrica para asegurar que se celebra en condiciones adecuadas", asegura, en un comunicado remitido hoy a Efe, el Comité Organizador.
Antes del aplazamiento, dos Premios Nobel de la paz sudafricanos, el ex presidente Frederick de Klerk y el arzobispo protestante Desmond Tutu, habían anunciado que no acudirían al encuentro, lo mismo que el Comité Noruego del Nobel, que otorga el galardón de la Paz, en protesta por la postura del Gobierno sudafricano.
El también Premio Nobel y ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela, miembro del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA), que junto con De Klerk y Tutu firmó la invitación al Dalai Lama para acudir a la reunión, no tenía previsto asistir a la conferencia y, hasta el momento, no se ha manifestado sobre el caso.
"Dado que el propósito de la Conferencia es la paz, los organizadores no quieren poner al Comité del Premio Nobel de la Paz en circunstancias que pueden generar conflicto con sus premiados", explica en la nota el Comité Organizador, relacionado con el Campeonato del Mundo de Fútbol Sudáfrica-2010.
Recuerda que la invitación al Dalai Lama era sólo para participar en la Conferencia, en la que se pensaba discutir sobre la forma en que el fútbol puede ayudar a la resolución de conflictos, y "no para ninguna otra actividad pública".
"Ahora sabemos por el Gobierno que cada vez que se envía una invitación a un visitante extranjero muy conocido, en función de la visa, el invitado se convierte en un visitante del Estado", se añade.
Mientras De Klerk consideró que negar el visado al Dalai Lama "constituye una burla al propósito de la Conferencia de Paz y Deporte", el arzobispo Tutu, en una carta al presidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, indica que es "una traición total de la historia de nuestra lucha" por la libertad y el respeto a los derechos humanos.
Tanto los portavoces de la Presidencia como del Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudáfrica han defendido la negativa a conceder al visado al Dalai Lama "por el interés superior del país" y teniendo en cuenta que el Gobierno no había invitado al líder tibetano.
Las presiones de China fueron reconocidas por el ministro consejero de la Embajada de ese país en Pretoria, Dai Bing, en declaraciones al diario local "Sunday Independent", al que dijo que su Gobierno ha pedido al de Sudáfrica que no permita la entrada del Dalai Lama y advirtió que, de hacerlo, perjudicaría las relaciones bilaterales.
Pese a eso, el portavoz de Exteriores, Ronnie Mamoepa, dijo "no estar al corriente de ninguna petición china" y recalcó que "esta decisión es independiente y soberana".
El portavoz de la Presidencia, Thabo Masebe, ha dicho que el Gobierno no quiere al Dalai Lama en Sudáfrica porque su presencia podría "distraer" la atención de la Copa del Mundo de Fútbol 2010, en cuya organización está empeñado el país.
El Gobierno de Pekín expresó hoy su "agradecimiento" al de Pretoria por negar el visado al Dalai Lama y señaló que "todos los países deben respetar la soberanía e integridad territorial de China y oponerse a la independencia del Tíbet", aunque no confirmó si la negativa se debió a sus presiones.
El Dalai Lama ha visitado Sudáfrica en dos ocasiones anteriores: en 1999 para participar en el Parlamento Mundial de las Religiones y en 2004 como invitado de la Fundación para el Patrimonio Cultural Africano.
Las inversiones directas de China en Sudáfrica son de unos 6.000 millones de dólares, mientras que las de Sudáfrica en China ascienden a unos 2.000 millones de dólares, mientras que el flujo comercial entre los dos países supone el 20,8 por ciento del de China con todo el continente africano. EFE