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Advierten sobre altos costos en tratamiento de Alzheimer

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Sargent Shriver recorrió alguna vez los pasillos y salones del Congreso, presionando a los legisladores para que asignaran más fondos al Cuerpo de Paz y los programas de ayuda Head Start y Job Corps, recordó su hija, Maria Shriver.

"Conocía a todos los legisladores por su nombre, sabía de sus carreras, sus intereses, sus políticas y, desde luego, sus lados débiles», dijo la primera dama de California. Ahora, a los 93 años, el asesor de dos presidentes no reconoce a su hija debido al mal de Alzheimer.

Shriver declaró ayer ante el Senado a nombre de su padre y de millones de personas como él para que se preste más atención a la enfermedad, a raíz de un nuevo informe que sugiere que las consecuencias del Alzheimer "pudieran superar fácilmente los efectos de la actual crisis económica por el daño que ocasiona a la población y a la economía».

El informe emitido por el Grupo de Estudios del Alzheimer proyecta que el costo para el Medicare y el Medicaid vinculado al Alzheimer alcanzará más de $1 billón por año para el 2050.

"Tenemos que poner el mal de Alzheimer al frente, porque si no lo hacemos esta enfermedad no sólo devorará nuestros recuerdos, sino que dañará a nuestras familias, devastará nuestro sistema de salud y diezmará el legado de nuestra generación», dijo Shriver en su testimonio ante el Comité Especial sobre Envejecimiento del Senado.

De igual modo, a petición del senador Mel Martínez, republicano por la Florida, declaró Larry Butcher, de Stuart, Florida, a cuya esposa, Jeanette, le diagnosticaron Alzheimer a los 55 años.

"Jeanette y yo celebramos recientemente nuestro 48 aniversario pero ella no lo sabía y no me conocía», dijo Butcher, que encabeza la Junta de Directores de Alzheimer’s Community Care, una entidad de West Palm Beach que brinda asistencia a los pacientes y sus familiares.

Butcher dijo que los expertos calculan que el Alzheimer y los desórdenes relacionados con el mal afectan a más de 800,000 personas sólo en la Florida.

Martínez es el principal patrocinador de un proyecto de ley que contempla ampliar a todo el país el programa floridano Silver Alert, que funciona de manera similar a la alerta ámbar para los niños.

"Como nación tenemos que seguir estudiando el Alzheimer y desarrollar un sistema coordinado a largo plazo de medicamentos, terapias y otro tipo de intervención para reducir los efectos de la enfermedad», dijo Martínez.

El grupo de estudio –fundado por el Congreso en el 2007 y dirigido por el ex presidente de la Cámara Newt Gingrich y el ex senador Bob Kerrey– recomienda la creación de un Proyecto de Soluciones para el Alzheimer con el fin de acelerar y concentrarse en medidas nacionales, como investigaciones para controlar la enfermedad.

Los fondos para la investigación de la enfermedad no han aumentado en los últimos cinco años.

"El dolor humano y la carga financiera del Alzheimer son enormes y los adelantos potenciales de la ciencia entusiasman tanto que un programa de acción enérgico y amplio es más que justificado», dijo Gingrich.

Encontrar más dinero en medio de la crisis económica es difícil, pero Gingrich sugirió que las investigaciones podrían pasarse en ahorros potenciales.

"La elección para nuestra generación no es si se debe invertir dinero en investigar el Alzheimer», dijo Gingrich, ‘‘sino invertirlo a tiempo para salvar muchas vidas y ahorrar dolor y dinero».

Se estima que los nuevos casos de la enfermedad –que según el reporte afecta a casi la mitad de los mayores de 85 años– aumenten en más de 50 por ciento en 20 años y se dupliquen de nuevo a 16 millones de casos para el 2050.

"Simplemente no podemos enfrentar ese tipo de tragedia personal ni el costo», dijo Sandra Day O’Connor, jueza retirada de la Corte Suprema y miembro del grupo de estudios y cuyo esposo, John, padece la enfermedad.

O’Connor pidió iniciativas para una prevención mayor y más ayuda para las familias tras señalar que muchos pacientes necesitan dos o más personas que los atiendan.

"La enfermedad afecta profundamente no sólo a los pacientes, sino también a sus familiares, colegas y amigos», dijo O’Connor.

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