Residentes del sector Los Tres Brazos, de Santo Domingo Este, se encuentran sumergidos en la delincuencia, la proliferación del consumo de drogas, escasez de los drenajes pluviales y el descuido de la planta de tratamiento de aguas negras, la cual se ha convertido en un terrible foco de contaminación.
Unas 50 familias que viven próximos a la planta de tratamiento padecen de enfermedades respiratorias y cutáneas, debido al deterioro de ésta, además de sufrir por la multiplicación de plagas, ratas y cucarachas, con las posibles consecuencias de generarse una epidemia.
La plata cloacal no funciona desde hace, aproximadamente, 7 u 8 años, por falta de los motores principales destinados a limpiar los desperdicios líquidos procedentes de los alcantarillados, mataderos y demás conductos de agua en la zona.
La señora Mari Santamaría, vecina del sector, denunció que la falta de limpieza de la cloaca se ha convertido en un peligro público, porque ya varias personas han enfermado de dengue, parásitos y otras dolencias.
Sostuvo, Santamaría, que ese depósito de contaminación ha cobrado, incluso la vida de dos menores, una por la picadura del mosquito transmisor del dengue y otra fue encontrada ahogada en dicho lugar.
La historia de Mercedes Morrobel es aún más triste, pues su hija de cuatro años murió tras habérsele diagnosticado el dengue. Asegura la madre que el fallecimiento de su niña se debió, precisamente, a la existencia de la cloaca y las infecciones que provoca, sobre todo, en los menores de la comunidad.
No sólo Morrobel siente la aflicción de su pérdida, sino todos los habitantes de la zona, cuya desprotección trasciende hasta la amenaza de sus propias vidas. Y aunque han denunciado el problema a las autoridades de Salud Pública, a la CAASD y otras instituciones del Estado, estos han hecho caso omiso.
En verdad, no sólo las agua negras constituyen un dolor de cabeza para los moradores de Los Tres Brazos, sino también las inservibles y deterioradas calles, convertidas, con el paso de los años, en callejones cada vez más estrechos e intransitables.
A esta situación se suma la delincuencia juvenil y el consumo de drogas. Los adictos a los estupefacientes hacen uso de estos sin escrúpulo alguno, a cualquier hora del día, sin importar la presencia de menores.
Una señora, que prefirió no ser identificada, comentó que ella misma ha visto a las 12:00 del mediodía a delincuentes inhalando drogas sin ningún miramiento.
Ante ese panorama, los residentes de Los Tres Brazos, exigieron al gobierno y a las autoridades pertinentes, tomar las medidas de lugar para evitar que esa barriada, sumergida en la pobreza, siga convertida en un infierno terrenal.
