Brasilia.- La aprobación al Gobierno brasileño se redujo diez puntos porcentuales desde enero pasado y la del presidente Inácio Lula da Silva disminuyó 7,8 puntos, hasta un 62,4 por ciento y un 76,2 por ciento, respectivamente, según una encuesta divulgada hoy en Brasilia.
El sondeo, realizado por la empresa Sensus para la Confederación Nacional de Transporte (patronal), señala también que la desaprobación de Lula ha subido del 12,2 al 19,9 por ciento.
La encuesta de Sensus confirma las tendencias que registraron otros dos sondeos de opinión difundidos en los últimos diez días por la empresa Datafolha y el Instituto Ibope.
Según explicó en una rueda de prensa el director de Sensus, Ricardo Guedes, las caídas de la popularidad de Lula y de la aceptación del Gobierno obedecen a que "existe una percepción mayor del impacto de la crisis financiera" en el país.
Sensus también pulsó la opinión de los encuestados en relación a los probables candidatos para las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre del año próximo, en las que Lula no podrá aspirar a un tercer mandato.
El actual gobernador de São Paulo, José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), aparece en cabeza con un 45,7 por ciento de apoyo.
La novedad es que la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, a quien Lula pretende postular por el Partido de los Trabajadores (PT), ha superado por primera vez el listón de los diez puntos porcentuales y, según Sensus, tendría hoy el respaldo del 16,3 por ciento de los electores.
En caso de una segunda vuelta, necesaria si ningún candidato superase el 50 por ciento, Serra sería elegido presidente con 53,5 por ciento de los votos, contra un 21,3 por ciento de Rousseff.
Sin embargo, de acuerdo al sondeo, el porcentaje de brasileños dispuestos a votar en 2010 por el candidato que sugiera Lula ha subido desde el 44,5 por ciento registrado en enero pasado hasta un 50,1 por ciento.
La encuesta, que tiene un margen de error del 3 por ciento, fue realizada del 23 al 27 de marzo mediante entrevistas a 2.000 electores de 130 ciudades. EFE