Ginebra.- El ex secretario general de la ONU y mediador en el conflicto el pasado año en Kenia, Kofi Annan, lamentó hoy la lentitud de las reformas en ese país africano.
Annan mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado hace un año en Nairobi, según el cual el poder en Kenia será compartido entre el presidente keniano, Mwai Kibaki, y el primer ministro, Raila Odinga, pues con él "se evitó una escalada de la violencia interétnica"
"Al actuar deprisa, la comunidad internacional logró evitar una catástrofe y acabar con dos meses de violencia", dijo el ex secretario general de la ONU, durante su intervención en una jornada organizada por su fundación para evaluar el acuerdo de paz de Kenia.
Sin embargo, Annan considera que desde entonces se ha avanzado poco.
Afirmó que "la población está en cólera por los desacuerdos en el seno del Gobierno, por la incapacidad de establecer un tribunal especial para castigar a los autores de la violencia, la impunidad, la inseguridad y la corrupción".
"Es importante enviar el mensaje de que no habrá impunidad para los responsables de los crímenes", agregó Annan, quien advirtió de que, en caso de que no haya resultados en los próximos dos meses, el asunto podrá ser transferido a la Corte Penal Internacional.
En su opinión, "queda por hacer la mayor parte del trabajo. Es hora de actuar".
En esta jornada de evaluación del acuerdo de paz participan expertos y varios ministros kenianos.
Según la ONG South Consulting, que asiste al evento, las condiciones sociopolíticas que promovieron la creación de los grupos armados ilegales no han cambiado, por lo éstos que pueden reaparecer fácilmente.
La organización denuncia que no se ha producido una verdadera reconciliación nacional, las violaciones a los derechos humanos continúan y la impunidad es flagrante, por lo que alerta de que el conflicto puede reanudarse.
Annan logró que se alcanzara un acuerdo de paz en Kenia el 22 de enero del año pasado, con la colaboración del ex presidente tanzano Benjamin Mkapa y la antigua primera dama mozambiqueña Graça Machel. EFE