El pueblo no le va a sacar los dedos de los ojos al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana y al Presidente Fernández.
La situación es de agotamiento de la esperanza de una población que se cansó, se hastió y se “jartó” de que el gobierno y su presidente, en base a muela y percepción le siga hablando mentiras, sandeces y por demás le siga engañando.
Visto el desplome y fracaso de la llamada Cumbre de las Fuerzas Vivas, donde querían enredar entre sus patas a todo el mundo, las organizaciones populares y de base prepararon y montaron su propia cumbre, donde reafirman su vocación de luchar por mejores condiciones de salud, transporte, educación, rebaja del costo de la vida, aumento salarial para los trabajadores y cárcel para los corruptos y narcotraficantes, entre otras reivindicaciones.
El gobierno de Leonel Fernández ha fracasado, y viendo que no tiene alternativa sólo le queda observar a las provincias y sus municipios marchar, manifestarse y luchar en las calles.
Ahora los estrategas del gobierno se inventan una llamada “Cumbre Barrial”, disque para escuchar las necesidades de la gente del pueblo. Ahora, después que se ha desplomado la economía del país y ven que el pueblo no aguanta más.
Ahora es que quieren poner el oído en el corazón de la gente para escuchar sus latidos. Ahora es que quieren saber y conocer las necesidades de las comunidades. Ahora es que quieren pedirle al pueblo paciencia, después que lo han arrodillado en la más espantosa de las miserias.
Ahora es que quieren pedirle a la población que ayude a enfrentar la crisis que el propio gobierno peledeista con su política de estrangulamiento de la producción nacional ha creado.
El pueblo no es el culpable de la crisis, por lo tanto no tenemos que ayudar a resolverla, porque no hemos sido los de a pie los responsable de que funcionarios de este gobierno ganen salarios de 500 mil, un millón, millón y medio y dos millones de pesos al mes.
No es el pueblo el que ha diseñado política de desalojo para sacar a los pobres de los barrios de Santo Domingo para la construcción de obras de relumbrón, como la primera y segunda línea del metro.
No es el pueblo el que tienen la comida cara, donde un huevo de gallina cuesta entre 6 y 8 pesos, una libra de pollo en 50 y un galón de gas propano rondando los 60 pesos.
El pueblo dominicano y sus organizaciones representativas no negociarán su lucha, no se va a dejar engatusar de un gobierno que solo tiene a su favor algunos medios de comunicación, bocinas y traficantes del periodismo, pagados con los dineros sacado de las costillas del propio pueblo, a través del pago de odiosos y estúpidos impuesto.
Una cosa es con guitarra y otra con tambora. La protestas, las luchas y las manifestaciones no se van a detener, el Distrito Nacional ha iniciado movilizaciones en las calles, por lo que el gobierno sólo tendrá que conformarse con las únicas herramientas con siempre ha contado, con la compra de conciencia de opositores y continuar diciendo por los medios impresos y electrónicos que los dominicanos vivimos en un paraíso, donde no hay crisis y la economía está blindada.
