Estos son pedidos del presidente Leonel Fernández a la población dominicana “para garantizar el crecimiento económico y la prosperidad” en el país.
También se ha referido Fernández a la unidad nacional, justo cuando se acercan los días de la Semana Santa o Mayor y la mitad de las familias decide quedarse en los hogares, debido a las situaciones de crisis económicas que se viven, aún cuando las ofertas intentan ser tentadoras.
Sí, el mundo nuestro anda decaído en muchos sentidos. Las protestas y manifestaciones de estos días reflejan insatisfacción e incertidumbre, Más, aún, se expresa el escepticismo de lo que no puede seguir posponiéndose en esta especie de “subida cuesta arriba”.
Hace unos tres meses tuvo lugar en el país la Cumbre por la Unidad Nacional convocada por el gobierno ante la situación económica que vive el mundo, en general, y de manera muy difícil y prolongada el nuestro. Las posibles soluciones andan en papeles y propuestas, algunas de las cuales aún requieren nuevos órganos y el trabajo de comisiones, por cuyo ejercicio se gasta más que lo que muchos hogares reciben para subsistir.
Todo parece dilatarse, como el cuento de nunca acabar. Más allá del criterio de cualquier presencia de los partidos opositores tras los paros y huelgas populares, el panorama que se vive es de justa desesperación.
El presidente de la nación dominicana apela por expresiones de fe, paz y sosiego entre esas mayorías que se preguntan cuántas veces más los hospitales paralizarán sus servicios y hasta cuándo la inmovilización del servicio de transporte impedirá que llegue a su puesto de trabajo.
Sí, la semana de recogimiento, la Santa, o Mayor, requerirá de muchas reflexiones, sobre todo para quienes tienen la posibilidad de amainar un poco la desesperanza y el desasosiego con acciones concretas y decisivas.