Redacción Internacional (EFE).- El debate histórico acerca del día exacto en el que Jesucristo fue crucificado en el monte Gólgota sigue lleno de incógnitas y contradicciones surgidas de entre los documentos históricos, los evangelios, la astronomía y la tradición.
A falta de una prueba aclaratoria, para llegar a una conclusión fiable hay que crear un complejo puzzle de pistas: "Coger el escalpelo de la crítica" frente al contenido de los evangelios y descifrar con un gran "temor reverencial" y "dolor de cabeza teológico" qué hay de histórico y de propagandístico en ellos.
Así explica a Efe la labor que lleva 20 años desempeñando el catedrático de Filología Griega de la Complutense y especialista en Lengua y Literatura del Cristianismo Primitivo, Antonio Piñero, autor del libro "La verdadera Historia de la Pasión".
Con esta investigación, se derriban algunos iconos: el primero de ellos, el de la edad del Mesías de la Cristiandad en el momento de su muerte.
"Históricamente no se puede mantener que Jesús muriera con 33 años", explica a Efe en una entrevista Ramón Teja Casuso, Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria y profesor "honoris causa" de la Universidad de Bolonia.
"Cada pueblo parte de su hecho más importante para medir el tiempo. Y Dionisio el Exiguo, el monje y matemático que estableció en el siglo VI cuál era el año en que nació Jesús -el "Anno Domini"-, se equivocó", asegura Teja.
Así, posteriores investigaciones históricas han demostrado que Herodes el Grande, el que fuera rey de Judea durante el nacimiento de Cristo y responsable de la persecución y matanza de todo niño menor de dos años, murió en realidad en el año 4 a.C, por lo que Jesús habría sido alumbrado en el año 5 o el 6 a.C, paradójicamente.
Este matiz, que no tendría por qué contradecir el hecho de que Jesús muriera a la edad de 33 años, sí se enfrenta al también hecho histórico de que Poncio Pilato, el perfecto en Judea que se "lavó las manos" antes de decidir si se ejecutaría a Cristo o a Barrabás, "ocupó este cargo desde el año 29 al 37 d.C.", afirma Teja, lo que implica que Jesús murió con una edad entre 34 y 42 años.
¿De dónde viene, entonces, la idea de que Cristo murió a los 33? Los evangelios nunca afirman tal cosa, pero Lucas, en el capítulo 3, sí dice que la vida pública de Jesús empezó cuando tenía alrededor de treinta años.