El Sermón de las Siete Palabras se he convertido, durante cada celebración de la Semana Santa, en un rosario de críticas, donde se muestran con liturgia y realidad los principales males que afectan a la sociedad dominicana; el del pasado viernes santo no fue una excepción, al contrario.
Aunque el enfoque de la Palabra #1 estuvo dirigida al rechazo de la iglesia al aborto: “Padre, perdónalos, que no saben lo que hacen”, su interpretación abarca muchas más aristas actuales, que tiene que ver con la responsabilidad individual y colectiva de cada hecho que mal funciona en el país.
Las interpretaciones del Sermón de las Siete Palabras son recurrentes a Jesús, quien en tiempos tan lejanos enfrentó los “despilfarros de los bienes del Estado, las bajezas en la práctica de la política” y la manera en que los pobres son cada vez más pobres, en franca incongruencia con quienes incrementan sus riquezas sobre los hombros de la mayoría sufrida y extenuada por tantos sinsabores.
Entre palabra y palabra, hubo un aparte para la situación de los precios de los alimentos, el uso de los recursos del Estado en provecho electoral y esa especie de “anorexia” política o falta de atención a lo que más duele a dominicanos y dominicanas.
Siete voceros de la Iglesia alzaron sus voces este viernes santo, como lo hizo hace apenas unos días, desde la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI, en un llamado a erradicar la corrupción administrativa en la República Dominicana.
Pero, son muchas las voces que se alzan desde hace tiempo, en protesta contra el auge de la violencia, la delincuencia y lo que hace que la sociedad se sienta insegura y escéptica en los tiempos que corren.
Las apreciaciones son comunes: “tanta gente no puede equivocarse”. Las Siete Palabras sintetizan el dolor por quienes convierten la nación en “pequeño paraíso a costa de la miseria e infierno de los demás”.
Uno de los sacerdotes pidió: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Pero, en sus propias conclusiones está la indignación por el “clientelismo y la política que se aprovecha de las necesidades de la gente y que abusa de la inteligencia del pueblo”.