Los organismos de seguridad del Estado dijeron este lunes desconocer los pormenores sobre supuestas investigaciones que autoridades norteamericanos hacen en República Dominicana, relacionadas con el tráfico de armas a través de la Frontera por Haití y el Aeropuerto Las Américas José Francisco Pena Gómez.
Sobre el particular, DominicanosHoy.com consultó a la Dirección General de Migración, las Fuerzas Armadas, el Ejército Nacional y a los Cuerpos Especializados de Seguridad Fronteriza (CESFRONT).
En interés de confirmar las informaciones llegadas a la redacción, este periódico digital acudió a las Fuerzas Armadas, dirigida por el teniente general Pedro Antonio Peña, donde simplemente remitieron los periodistas al Ejército Nacional, ubicada en el mismo edificio que alberga las Fuerzas Armadas.
El Ejército Nacional también envió a los comunicadores al CESFRONT, que dirige el general Santo Domingo Guerrero Clase, quien aseguró que no había recibido información al respeto.
Guerrero Clase informó al equipo de DominicanosHoy.com que cualquier información al respeto le llega a él a través de las Fuerzas Armadas, precisamente quienes habían remitido los periodistas al CESFRONT.
Por último, el director de Migración, general José Aníbal Sanz Jiminián, a través de su vocero, periodista Ambiorix Rosario, expresó que esa entidad desconocía la información.
Las armas estarían llegando a República Dominicana a través de la frontera con Haití y por el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez. Esta practica ilegal se lleva a cabo en aviones privados y utilizando el Salón de Embajadores del mencionado aeropuerto.
La fuente que suministró la información a este periódico digital dejó abierta la posibilidad de que todavía a la República Dominicana el tráfico de armas se esté dando en pequeños cargamentos.
“Si te aseguro que existen autoridades que con el mayor descaro guardan silencio, convirtiéndose en cómplices de este negocio tan lucrativo pero que a la vez produce miles de muertos al año,” revelo la fuente a Dominicanos Hoy. Criticó a las autoridades por permitir la tenencia y uso de armas de guerra en la República Dominicana por parte de empresarios y funcionarios gubernamentales, sin ningún tipo de regulación de las autoridades competentes.
Se recuerda que la Dirección General de Aduanas investigaba el año pasado el tráfico de armas y municiones en embarques de mudanzas y alimentos desde distintas ciudades de Estados Unidos, para determinar si se trataba de una red dedicada a esa práctica. Los cuerpos investigativos indagaban el hallazgo de varios cargamentos de municiones detectados en cajas y tanques de alimentos consignados a personas y familias en Santo Domingo, Haina, Santiago, La Vega y Puerto Plata.
En esa oportunidad se incautaron 22 mil cartuchos en Santiago y decomisó otros 3 mil tiros, con lo que se elevaba a 25 mil la cantidad de municiones decomisadas en sólo tres semanas. También se incautaron 92 cajas de cartuchos para escopetas calibre 12, para un total de 2 mil 375 cartuchos, un rifle y otros 12 mil cartuchos de perdigones.
Las municiones entraron al país por el Puerto de Haina Oriental en un tanque de alimentos proveniente desde Estados Unidos, a través de una mudanza.
Desde hace tres años hay una prohibición de importación de municiones puesta en vigencia por la Secretaría de Interior y Policía a los fines de contener el uso de armas de fuego en el país y disminuir la delincuencia.
Una de las redes de traficantes de armas más grandes que se conoció en el país fue la denominada "Todo Incluido", por cuanto facilitaba a los interesados pistola, licencia, papel de buena conducta y certificado médico. La red, de la que formaba parte un teniente retirado de la Policía, falsificaba licencias oficiales de tenencia de armas de fuego de la Secretaría de Interior y Policía y de las Reservas de las Fuerzas Armadas.
La red "Todo Incluido" cobraba 20 mil pesos por los documentos, es decir, papel de buena conducta, certificado médico y, finalmente, la licencia, todo falsificado. El paquete completo costaba entre 45 mil y 50 mil pesos, según el tipo de pistola. La red fue descubierta cuando uno de sus cabecillas fue atrapado con 8 pistolas Carandai y Browning.