¡Se fue un grande del boxeo!
La frase que sirve de "lead" al presente análisis le puede ser endilgada como bautismo a Oscar de la Hoya, quien ha decidido colgar los guantes del boxeo profesional e irse a casa con alta gloria y con un seguro asiento, dentro de cinco años, en el Salón de la Fama del Boxeo Mundial que funciona en el pueblito de Canastota, cercano a Nueva York.
Fue una decisión inteligente…esperada por los más acuciosos expertos que ya habían vaticinado que De la Hoya anunciaría su retiro de los cuadriláteros.
Quizás si continuaba en el cruce de guantes, sin exhibir la calidad que dejó ver en sus años de gloria, algunos -y tal vez con razón- iban a cuestionar su entrada a Canastota.
Con la ganancia de seis coronas mundiales en otras tantas divisiones -único peleador en lograr esa hazaña-, con un registro profesional de 39 triunfos (30 de los cuales fueron por nocaut) y ser el boxeador más carismático de los últimos 15 años, De la Hoya va directo al Salón de la Fama.
Las contundentes victorias, en 1996 y 1997, sobre el siempre bien recordado peleador mexicano Julio César Chávez, así como los éxitos obtenidos ante rivales de incuestionable calidad como Pernell Wahitaker, Al Quartey, John John Molina, contra este boricua hizo la primera defensa de su primera faja mundial (la del peso ligero junior); Fernando Vargas forman parte de su buen expediente profesional.
La faja de los ligeros juniors de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al derrotar al estadounidense Jimmi Bredah. Fue su primer fajín mundial.
Sus seis cinturones mundiales, en diferentes categorías, fueron estas: Ligero junior, ligero, welter junior, welter, mediano junior y mediano.
Fue el cinco de marzo de 1994 -dos años después de estrenarse como boxeador profesional- cuando conquistó su primera faja del mundo.
Mientras que la corona de los ligeros la conquistó ante el singular pugilista mexicano Jorge "El Maromero" Páez.
De la Hoya realizó seis positivas defensas del cetro de las 135 libras hasta que decidió invadir la división welter junior y fue cuando decidió buscar ese título, el siete de junio de 1996, ante JC Chávez, a quien derrotó por nocaut. Como welter junior sólo hizo una defensa.
Porque su nueva meta era adueñarse del cinturón welter…y no pasó mucho tiempo para cristalizar ese propósito al vencer, el 12 de abril de 1997, al escurridizo y excelente técnico, zurdo, Pernell Whitaker. En los welters fue la división en la que más eficiencia exhibió.
Defendió positivamente esa corona en siete ocasiones, hasta que el 18 de septiembre de 1999, en reyerta por la unificación de la faja, cayó ante el puertorriqueño Félix "Tito" Trinidad. Fue una decisión dividida a favor del boricua.
Los analistas resaltan que De la Hoya regresó a la gloria de los welters cuando derrotó a Derrell Coley, pero volvió a perder esa corona en el 2000 ante Shane Mosley.
La faja de los medianos juniors, con un combate de calidad, fue lograda al vencer al español Javier Castillejo.
El útimo de sus seis cinturones mundiales fue el del peso mediano que obtuvo ante el alemán Félix Sturm, a quien, en una bien reñida pelea, venció el cinco de junio de 2004, pero en un pleito unificatorio con Bernard Hopkins fue noqueado en el noveno asalto.
Ahora, ¡sólo empresario!
La humillante derrota que sufrió De la Hoya el pasado siete de diciembre ante Manny Pacquiao, un "invasor" de la división welter, prácticamente lo obligó a colgar los guantes.
Y es que, dicen analistas, De la Hoya fue el primer sorprendido al ser vencido por Pacquiao…el vaticinio de los expertos era de que De la Hoya ganaría con "relativa facilidad", en tanto las apuestas de Las Vegas daban al Golden Boy favorito 4-1.
Cuando el cinco de mayo del 2007 el otrora estrella de los ensogados perdió, por una decisión (dividida) muy cuestionada, del huidizo y buen técnico Floy Mayweather, muchos especularon con su retiro.
Pero De la Hoya no quiso colgar los guantes con aquella derrota, por lo que hizo una fácil pelea, que la ganó en 12 asaltos, para entonces preparar el escenario y contender con Pacquiao.
Ahora, ya con un anuncio (oficial) de su ida de las cuerdas, De la Hoya va a disfrutar, con aparente tranquilidad, del dinero que ha ganado.
Se calcula que en su carrera de 17 años amasó una fortuna que sobrepasa los 500 millones de dólares…y gran parte de ese dinero lo ha ganado como empresario boxístico.
Ningún otro boxeador ha devengado tanto dinero. Pero, además, a De la Hoya le esperan muchos millones más (de ganancias) como promotor.
Porque él ahora se integrará, a tiempo completo, a la presidencia de su compañía Golden Boy Promotions, la cual organiza y mercadea importantes peleas millonarias en sociedad con las poderosas cadenas de la televisión de Estados Unidos, especialmente la HBO.
De manera, subrayan analistas, que De la Hoya, al decirle adiós al boxeo activo, ya no tendrá la presión de sus duros rivales encima del cuadrilátero.
Estará más tranquilo en el glamour y el Jet Set Internacional. Además de que, con todos sus millones, tendrá el tiempo suficiente para dedicarlo a su familia.
¡Qué más querer!
