La jefatura de la Marina de Guerra sacó de sus filas a ocho personas que dieron positivo en la prueba antidoping. Asimismo, otra no pudo ingresar por tener ficha de robos cometidos.
El vicealmirante Luís Homero Lajara Solá, luego de concluir una ofrenda floral en el panteón nacional, donde le rindieron honores a los fundadores de la Marina de Guerra Dominicana. Esta institución fue fundada el 14 de marzo de 1844 con el grito de la Independencia Nacional.
La comandancia de la Marina de Guerra recayó en Juan Alejandro Acosta. Lajara Solá reiteró que las lacras sociales no formarán parte de esa institución. Hizo saber que se refuerzan los controles para impedir que personas con conductas cuestionables ingresen a la marina.
Dejó establecido que cada día se prepara el personal para que enfrente el narcotráfico, el terrorismo, viajes ilegales y la trata de personas. Instruyó a los comandantes para monitoreen el comportamiento de los hombres y mujeres bajo sus mandos.
Al asumir la jefatura de la Marina de Guerra, el vicealmirante Lajara Solá en una formación general en la Base Naval 27 de Febrero, proclamó que desde ese momento se acabo el contubernio con el narcotráfico y la corrupción en la institución.
Fue enfático al señalar que el lugar que les espera a los que machen el uniforme de la marina, es la cárcel de Najayo.
Concluida la ceremonia en el panteón nacional, Lajara Solá, se trasladó en compañía del subjefe Rafael Luís Díaz Ballester, a la plaza de los marinos caídos en la segunda guerra mundial.
Firmaron el libro de visitantes distinguidos del Panteón Nacional, Lajara Solá, Díaz Ballester. Los contralmirantes retirado César Antonio Gil García, presidente de la Liga Naval Dominicana, y Roger Tomás Mora Jiménez, Inspector General.
Los actos fueron coordinados por el coronel Sandoval, Relacionador Público e la marina.
