Y mientras el país vive días de paros, demandas y revisión de su texto constitucional, el FMI pronostica “que la recuperación económica tras la crisis actual será más débil que en recesiones anteriores, al tiempo que alertó de que la salida de capitales de los países emergentes puede ser prolongada".
Según plantearon algunos medios, el Fondo Monetario Internacional (FMI), resultó el más beneficiado tras el desarrollo de la cumbre del Grupo G20, al emerger “de las cenizas de la prosperidad global como el baluarte contra la crisis económica”.
Las cabezas pensantes de las más poderosas naciones del mundo decidieron aportar 250 mil millones de dólares más al sistema financiero y duplicar los préstamos a los países pobres, así como aprobaron el uso de una parte de las ventas de oro del FMI para apoyar dicho financiamiento.
De manera que 185 Estados reunidos el 2 de abril en Londres, en la Cumbre del G-20, consideraron al FMI como centro o punto clave de la cooperación y se comprometieron con la implementación de reformas que propugnen mayor transparencia y representatividad en su labor. No obstante, Duncan Green, de la organización contra la pobreza Oxfam International, aseguró que “al Fondo le han dado un cheque en blanco, pero su reforma aún sigue siendo una promesa”.
El desembolso del G-20 puede jugar un papel favorable, dadas las escasas alternativas con las cuales cuentan los países subdesarrollados. Pero, serán los pasos sucesivos los que detallen los resultados. Sin duda, para una parte de los analistas existe una especie de escepticismo en las acciones del FMI, debido a las necesarias transformaciones de sus políticas para tales realizaciones y todo este tiempo en el cual se ha estado esperando por nuevas formas de comportamiento de dicho organismo multilateral.
De todos modos, el mundo tiene su mirada puesta en todas y cada una de las propuestas de soluciones. La crisis, como tanto se ha repetido, no sólo afecta a los más empobrecidos, aunque está claro que son ellos quienes más sufren. Pero, el mundo desarrollado siente que sus bases se mueven peligrosamente con estas tumultuosas convulsiones mundiales.
En la República Dominicana, según asegura su presidente, Leonel Fernández: "Independientemente de la crisis financiera global, estamos compelidos en el corto y mediano plazo a la realización de un ajuste de nuestro actual modelo de desarrollo económico y social, a los fines de que apoye, impulse y promueva con mayor eficacia a los sectores productivos del país”.
Por su parte, el FMI ha puesto en marcha “una reforma de los instrumentos de crédito en condiciones concesionarias para los países de bajo ingreso y se encuentra en consultas con los países miembros para ampliar significativamente los recursos destinados a préstamos".
A principios del actual año, el Consejo Ejecutivo del FMI alertó al gobierno dominicano de que es posible que la República Dominicana “sea incapaz de obtener suficiente financiación para su déficit por cuenta corriente y en esa situación las autoridades monetarias deberían permitir una depreciación más drástica del peso”. En estas andamos…