Cuba.- La iniciativa del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, puede afectar a destinos turísticos del Caribe, como son República Dominicana y Puerto Rico.
Se estima que un millón de estadounidenses viajarían a Cuba, en el primer año de restablecimiento de la libre circulación hacia la isla, según los cálculos de las propias autoridades de Washington.
El transporte aéreo sería el más demorado en normalizarse, especialmente por las limitaciones que tiene la flota cubana para cumplir las regulaciones de la industria aeronáutica estadounidense, los ferrys están llamados a convertirse en el principal medio de transporte entre las dos naciones.
Con las restricciones actuales, tanto para ciudadanos cubanos como estadounidenses, los viajes se calculan alrededor de 120.000 por año, unos 34.000 lo hacen con permiso y el resto viajando a través de terceros países para llegar como destino final a Estados Unidos.
El movimiento de viajeros por ferry se calcula que se pueda incrementar de 50.000 a 450.000 en los primeros cinco años, lo que se convertiría en una competencia para otras islas del Caribe, que han capitalizado en los últimos años el interés de los turistas norteamericanos, como es el caso de República Dominicana y Puerto Rico, ambos reciben anualmente alrededor de ocho millones de turistas, procedentes principalmente de Canadá, Estados Unidos y Europa. Con la entrada de Cuba a la competencia por dichas corrientes, podría haber una pérdida hacia los destinos antes mencionados, según los expertos.
Cuba, con 3.500 kilómetros de playas casi vírgenes, se convertiría en un gran eje de atracción del turismo estadounidense, y de las inversiones que ello implicaría en diversos sectores relacionados con la infraestructura y el transporte marítimo, donde los ferrys se constituirían en el medio de transporte más utilizado.
El ex presidente cubano Fidel Castro ha elogiado a los militares estadounidenses que pidieron al presidente Barack Obama liberar los viajes de los norteamericanos a la isla de Cuba como primer paso para levantar el embargo, y ha reiterado la disposición de Cuba a dialogar.
"Les damos las gracias a los que escribieron la carta a Obama. No tememos dialogar; no necesitamos inventar enemigos; no tememos al debate de ideas; creemos en nuestras convicciones", ha dicho Castro en un texto publicado en la prensa local.