Vivimos días de “nuevas eras”, según se dice. Por ejemplo, avanza la ”Era Acuariana”, difícil de definir, como apuntan varios autores, “porque no es algo homogéneo, como una secta o una filosofía. La Nueva Era es una cosmovisión, es decir, una manera de ver al mundo y de entender la realidad”.
En lo que sí coincide la mayoría de los analistas, estudiosos, filósofos, políticos, etc., es “que está amaneciendo un tiempo nuevo”, que se define como “la Era de Acuario”.
Hay planteamientos afines en relación a que “el mundo avanza hacia una transformación de la conciencia y de la cultura”, luego de la Guerra Fría, desastres ecológicos, inestabilidad política y muchas afectaciones más, entre ellas el aborrecible neoliberalismo, que exprimió sin piedad a los desposeídos de esta tierra. Según se plantea, habrá una nueva mentalidad, con el consiguiente auge de la espiritualidad, la paz y la armonía.
De todos modos, sin falta de fe, pero con el peso de “los tantos palos que te da la vida”, como sentencia el poeta, las naciones más pobres observan con cansancio y algo de optimismo, estos días de eras y de cumbres: políticas, de medio ambiente y muchas más que abarcan temas disímiles de la sociedad.
Los poderosos estados se han convencido de que, o fortalecen a los subsuelos empobrecidos, o la base sobre la cual han erigido sus riquezas, sencillamente se desmorona.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo durante su visita a la capital dominicana que su Gobierno "está comprometido a aumentar en un 17 por ciento las inversiones en América Latina y el Caribe”.
Habló, además del enfrentamiento al narcotráfico, y de miles de millones de dólares que dedicarán a proyectos educativos en la región, así como a la seguridad alimentaria.
En la V Cumbre de las Américas, el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama intercambió saludos afectuosos con los mandatarios de la región y anunció “un nuevo comienzo” de su país con Cuba, tras cinco décadas de bloqueo económico.
Tal vez, en el llamado de Hillary Clinton al presidente dominicano, Leonel Fernández, de " construir un puente hacia el futuro y hacia un mejor mañana", haya certezas y se cumplan los preceptos de la “Era Acuariana”, en cuanto a la transformación de la conciencia universal y algo más…