La magistrada Roxanna Reyes, Procuradora General Adjunta para Asuntos de la Mujer y Política Criminal, advirtió que el silencio de las mujeres maltratadas, se convierte en un caldo de cultivo para que la agresión vaya en incremento”.
En menos de cuatro meses -en lo que va de año-, unas 29 mujeres han sido asesinadas en la República Dominicana de manos de sus parejas, mientras que apenas en el año 2008, las cifras alcanzaron los 186 casos de homicidios.
El tema fue tratado por la Universidad del Caribe, academia que invitó a la magistrada Roxanna Reyes, Procuradora General Adjunta de la República para Asuntos de la Mujer y Política Criminal, a presidir una conferencia magistral sobre la Violencia Intrafamiliar en el país bajo dos enfoques: de Género y análisis del Feminicidio.
El director de la Escuela de Derecho de UNICARIBE y promotor de esta iniciativa académica doctor Pedro José Duarte Canaán, entiende que “se requiere una política pública mucho más sistemática, que permita a las mujeres empoderarse de una mística que las convenza de que no pueden permitir bajo ningún concepto, aguantar maltrato ni físico ni psicológico por parte de sus parejas”.
En este sentido, el jurista criticó la campaña tímida que promueven las entidades estatales como la misma Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Mujer, y que se aleja del objetivo de educar a la mujer dominicana.
En el caso de los medios de comunicación del estado, como es el caso de la Corporación Estatal de Radio y Televisión (CRTV), considera “que deben abocarse más a la educación que a la diversión, y que deberían de tener campañas permanentes contra la violencia de género”.
En tanto, la magistrada Roxanna Reyes señaló que es obvio que la “Cifra negra de la criminalidad”, conocida como el conjunto de delitos que se consuman en un momento determinado y que no llegan al despacho de las autoridades judiciales competentes, ascienden permanentemente.
Especificó que “se ha determinado que de los casos de maltratos denunciados, al menos nueve quedan en el silencio. Es así como el silencio de las mujeres maltratadas, se convierte en un caldo de cultivo para que la agresión vaya en incremento”.
La dependencia económica hacia el varón del hogar, provoca que las mujeres se victimisen, y que por no trastornar el orden hogareño y hacer sufrir a los hijos, no denuncian estos casos.
A ello se agrega el hecho, de la carencia de valores éticos-morales y la falta de educación en los hombres dominicanos, que arrastran traumas en la infancia, y van desarrollando conductas patológicas hasta llegar al maltrato.