El ingeniero José Luis Moreno San Juan declaró este jueves que los generadores de electricidad son los principales beneficiarios del subsidio concedido mensualmente por el Estado dominicano para garantizar la estabilidad del servicio eléctrico del país.
Moreno San Juan, profesor universitario y asesor en materia energética, dijo que “en el país es mucho lo que se habla de subsidio eléctrico y de lo difícil que resulta al Estado mantenerlo, pero obviando citar sus verdaderos beneficiarios”.
Declaró que por esa razón mucha gente se confunde cuando se presentan situaciones de conflictos como la advertida actualmente en el sector eléctrico nacional, donde algunos empresarios venden la idea de que el subsidio va sólo dirigido a favorecer a los sectores carenciados de la sociedad.
“Entonces, lo que explotan es supuesta manifestación de clientelismo político del Estado, cuando en el fondo los verdaderos beneficios de asuntos como estos, en sí necesarios en el modelo de sociedad desigual en que vivimos, son los generadores”, comentó.
Enfatizó que los verdaderos favorecidos con las políticas de subsidio al sector eléctrico son los generadores, hacia los cuales se canalizó, el pasado año 2008, más del 70 por ciento de los egresos dispuestos por el Gobierno para esos fines.
Indicó que de los casi 1,100 millones de dólares aportados por el Estado para cubrir el déficit operativo de las generadoras, en el 2008, más de 700 millones fueron a parar a las manos de los generadores fruto, entre otras causas, de las distorsiones de precios que prevalecen en el mercado de compra y venta de energía.
“Y estos datos sí que son importantes para precisar en términos de opinión donde radica la problemática del sector eléctrico, por lo que nos inclinamos por un debate no personal de la situación, sino por un enfoque racional que nos permita considerar sin ningún tipo de prejuicio por qué razón los dominicanos debemos pagar el costo de una distorsión tan lesiva como la aludida”, expresó.
Manifestó que mientras el precio del kilovatio/hora de energía eléctrica, del generador al distribuidor, oscila en la casi mayoría de los países de la región, incluyendo Puerto Rico, entre los 6 y 8 centavos de dólar, los dominicanos pagan un costo superior a los 15 y 16 centavos de dólar, lo que envuelve un sobrecosto que tiende a arruinar la capacidad y el derecho de las familias más pobres del país a tener acceso a la energía eléctrica.
Estimó que el sacrificio hecho por el Gobierno dominicano se ve así perdido, porque los beneficiarios del subsidio eléctrico resultan ser sectores reducidos de la sociedad, con una posición poco ética de la actividad de negocio.
Señaló que a lo que temen realmente los grupos que han retrasado el despegue definitivo del sector eléctrico del país es a perder sus privilegios, constados muchas veces en precios indexados de energía que constituyen una gravosa carga para la nación dominicana.
El especialista en materia energética rechazó, asimismo, que el sector eléctrico del país se encuentre en una etapa de estancamiento, precisando que hay área en las que su desempeño ha sido exitoso. En ese aspecto, el ingeniero Moreno San Juan definió de positivo el desempeño logrado en materia de transmisión eléctrica en los últimos cuatro años, lo mismo que en el componente de distribución de electricidad, donde las pérdidas se han reducido a menos de un 30 por ciento.
Expresó que por esa razón “hay que tener cuidado cuando se generalizada y se pretende crear una atmósfera de inoperatividad en el sector eléctrico”; agregando que la mayoría de sus áreas expresan indicadores de comportamiento positivo, contrario a los sostenidos por grupos empeñados en hacer fracasar el plan de rehabilitación implementado en el sector”.
Hizo también referencia al proceso de recuperación de las Edes, señalando que su Índice de Recuperación de Efectivo –CRI- se ha apuntalado en los últimos tres años, y que la cobranza de la energía servida se ha incrementado hasta en un 94 por ciento.
Moreno San Juan pidió a la población sensata del país no dejarse acorralar ni intimidar por la magnitud de los intereses “que buscan asaltar el sector eléctrico bajo el alegato superfluo de la desregulación del sistema”.
“De hecho, aquí en el país contamos con algunos y voceros empresariales desfasados, incapaces de interpretar la magnitud de los cambios suscitados en el mundo y que todavía se atreven a proponer una recapitalización o una nueva reforma, cuando en los principales países del mundo el modelo neoliberal que sustentaban estos procesos, están echando hacia atrás, como acontece en los propios Estados Unidos”, sentenció.
Puntualizó que tras la declaratoria de crisis económica en los países altamente desarrollados se produce una vuelta, pero no hacia el modelo de privatización o capitalización anhelado por algunos empresarios locales, con intereses en el mercado eléctrico, sino más bien hacia una participación integralista y transparente en la que puedan convivir los intereses del Estado y el sector privado.
Sostuvo que, por ejemplo, en Estados Unidos importante compañías automovilísticas han pasado a ser administradas por el Estado, lo mismo que instituciones bancarias.
“Estamos viviendo una etapa diferente, un proceso que obliga, no solamente al Estado a jugar su papel de líder del sistema democrático, sino también a los demás antes de la sociedad; pero siempre bajo un marco de entendimiento y respeto al derecho de acceso a las fuentes de bienestar y de desarrollo de los más pobres”, significó.
Señaló que promover constantemente una sociedad desigual afecta la estabilidad, y que si en el área de generación eléctrica el país observa retrasos significativos ello se debe a la actitud cerrada e inconsecuente adoptada por sectores empresariales bien identificados.