La empresa Electrosistemas Fondeur y el Banco de Ahorro y Crédito ADOPEM donaron un inversor al joven Reymond Veras, quien fue una de las personas seleccionadas para el programa de capacitación juventud y empleo del año 2008, y quien tiene un pequeño negocio de ventas, reparación y alquiler de video juego.
La directora ejecutiva de ADOPEM, Mercedes Canalda, mostró su agradecimiento y admiración por el gesto de Electrosistemas Fondeur, de contribuir con una persona que tiene perspectiva de convertirse en un gran empresario por su dedicación, trabajo y deseo de superación.
Veras es un empresario de 21 años de edad que está ubicado en el municipio de San Luís, y es una persona con grandes aspiraciones que lucha y se sacrifica por lo que desea alcanzar.
Este joven es beneficiario de los programas del Centro de Capacitación ADOPEM, el cual busca mejorar las técnicas de ventas y las condiciones de vida de él y su familia.
En la Jornada final de entregas de certificados del taller Veras compartió su historia de vida y mencionó que su mayor necesidad en el negocio era un inversor.
Proviene de una familia pequeña, es el mayor de dos hermanos, y al cumplir 10 años, su vida dio un giro inesperado, ya que su padre, como muchos dominicanos, dejó la familia para irse a residir a Puerto Rico en búsqueda de mejorar su vida.
Su madre tuvo que trabajar en la zona franca de San Luís, como operaria en una nave de tecnología soldando piezas; dado la necesidad a la que se vieron sometidos Veras comenzó a vender en el mercado de las pulgas, contando con un pequeño capital de los ahorros de su madre, video juegos y más tarde consolas reparadas.
En Enero del 2008, dado el interés por los videos juegos, la facilidad con que repara las consolas, junto a sus ahorros y un préstamo que le hiciera un amigo, alquiló un local e instaló su pequeño negocio de ventas, reparación y alquiler de video juego.
Explica que comenzó con cuatro televisores malitos y cuatro consolas, y que ya puede mantener a su madre y hermano, para que ella no tenga que salir a trabajar.
El negocio ha crecido, ya tuvo que buscar a una persona para que lo asista, sigue vendiendo los domingos en el mercado de las Pulgas, y ha tomado dos préstamos formales en el Banco ADOPEM.