Para quienes han padecido o padecen de esta enfermedad pulmonar, “que produce estrechamiento en principio reversible de los bronquios y la consecuente dificultad respiratoria”, tan sólo rememorar los instantes de sibilancias o “pitos” agudos del pecho, la fatiga y esa sensación de ahogo, resultan un verdadero tormento.
Aunque existen diferentes tipos de asma: leve, moderada y severa, se plantea que en los últimos años han aumentando los casos en el mundo, en correspondencia con el incremento de la alergia; pues, aseguran los facultativos que “en más de la mitad de los casos tiene un origen alérgico”.
El colega Amaurys Florenzán informa en estas mismas páginas que al conmemorarse el Día Mundial del Asma, la cifra de posibles seres que la sufren se reflejó en unos 300 millones de personas. Particularmente, en la República Dominicana “constituye una importante causa de ausentismo escolar y laboral”, según el doctor Luis Alam, organizador de las actividades por dicha efemérides.
Y resulta interesante que el organismo internacional Iniciativa Global para el Asma (GINA), conmemore en el mundo esta dolencia, a fin de proporcionar a muchas personas el conocimiento requerido y, sobre todo, que facilite adiestramiento o acción para enfrentarla. Que se ponga énfasis, tal y como notifica Florenzán, sobre la manera de controlarla individualmente. En el actual año el lema es: “Usted Puede Controlar el Asma”.
La iniciativa de GINA ha tenido gran acogida, pues el padecimiento de esta “inflamación crónica de la vía aérea (bronquios)”, sobre todo cuando se presenta en esa sucesión de episodios nocturnos y de madrugada, nos remite a la urgencia de un aprendizaje que con el desarrollo de actividades de este tipo pueden ayudar en grado sumo.
Son cuatro aspectos esenciales los que se han planteado en este Día Mundial del Asma, en su octavo aniversario: “Desarrollar buena relación médico paciente; identificar y reducir la exposición a factores de riesgo; evaluar, tratar y controlar el asma y manejar las crisis o exacerbaciones del asma”.
Al menos van existiendo herramientas y opciones terapéuticas que coadyuven a enfrentar la enfermedad, penosa en todas las edades; pero, mucho más cuando la padecen los menores de la casa.