Washington.- El nuevo caso de dopaje que ha surgido dentro del béisbol profesional de las Grandes Ligas, al dar positivo el jardinero estelar dominicano Manny Ramírez, de los Dodgers de Los Ángeles, fue calificado por el portavoz de la Casa Blanca como una "vergüenza" para el deporte pasatiempo nacional.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, respondió a la pregunta sobre lo que se pensaba en la administración del presidente demócrata Barack Obama sobre la suspensión a Ramírez con 50 partidos por haber dado positivo a una prueba antidopaje.
Gibbs dijo que no había hablado con el presidente Obama sobre Ramírez, pero dijo que era una decepción para todo aquel que es aficionado y amante al deporte.
El portavoz de la Casa Blanca reiteró que cualquier caso en el que un atleta está usando un medicamento o substancia prohibida para sobresalir sobre el resto, es simplemente una "tragedia", una "vergüenza" y en este caso, especialmente, para el béisbol de las Grandes Ligas.
Ramírez, de 36 años, con un contrato de 25 millones de dólares para esta temporada, no ha querido dar a conocer la substancia prohibida a la que dio positivo, pero dijo no eran esteroides y que se trataba de un medicamento que le había recetado su médico particular. EFE