Definitivamente los periodistas y las periodistas que acudieron a la Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, donde se conocería el recurso de amparo en defensa del secreto profesional y contra los maltratos del senador Alejandro Willians a las colegas Margarita Cordero, María Isabel Soldevilla y Norma Sheppard concluyeron que los comunicadores y comunicadoras sociales están desamparados.
Era una sola voz en la sala de audiencia y los pasillos criticando la ausencia de Mercedes Castillo, que preside la directiva del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Para los presentes, la postura asumida por Castillo y los directivos que les acompañan, es una clara señal de que les interesa muy poco la suerte que corran los periodistas y las periodistas en ejercicio, víctimas de la intolerancia, la arbitrariedad y los abusos que cometen empresarios, ciertos funcionarios, senadores como el caso de Willians y militares.
Destacados periodistas que ocuparan posiciones directivas en el Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales (SNTP) y el CDP estuvieron presentes en solidaridad con Cordero, Soldevilla y Sheppard.
Los que acudieron fueron Manuel Quiterio Cedeño, ex secretario general del SNTP y Clodomiro Moquete, candidato a la presidencia del CDP.
También Miguel Guerrero, influyente articulista de El Caribe y televisión; Manuel Azcona, candidato a la presidencia del CDP por la alianza unitaria que integran los movimientos Periodistas por La Verdad Raffi Durán, Inter gremial Solidaridad Periodística; Unitario Juan Andujar; la Cámara de la Prensa Regional y Solidaridad Profesional.
El periodista Feliz Júnior Méndez acompañó a Cordero, a pesar de haber confrontado problemas con la periodista cuando laborara en el periódico 7 Días, com.do.Hizo saber que por encima de cualquier contradicción que tuviera, está la solidaridad cuando personeros como el senador Willians tratan de silenciar a los y las periodistas.
Este gesto de Méndez lo coloca en un gran sitial que enaltece el ejercicio profesional apegado a los principios y la ética.
La postura de indiferencia de la presidenta del CDP Castillo y el grupito que le acompaña no es nada nuevo. En los últimos días que se debate en la asamblea revisora el secreto profesional y lo relacionado a la libertad de prensa, su ausencia es notoria, mientras responde de inmediato a cualquier requerimiento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Rafael Molina Molina Morillo, que cuando era propietario y director de El Nacional censuró un trabajo periodístico de Víctor Grimaldi, donde se revelan los maltratos del Central Romana a los trabajadores.
Esto provocó que los periodistas de la redacción de El Nacional se declararan en huelga de hambre frente al periódico y días posteriores el doctor Molina ordenó que la policía los sacara por la fuerza del lugar.
Este personaje vive levantando el principio de la libertad de expresión criticando de una manera descarada al presidente Hugo Chávez, por alegadamente violar este derecho, asumiendo una postura parcial, sin valorar que algunos medios de ese país se han prestado para desarrollar una campaña mediática contra el orden constitucional venezolano, llegando a respaldar el intento de golpe de Estado contra el mandatario de la República Bolivariana.
Se recuerda que de una manera precipitada Castillo respaldó a Molina Morillo en todos estos pronunciamientos contra Chávez desde la SIP.
Sea Chávez o quien que viole la libertad de expresión y el ejercicio profesional, debe ser enfrentado por quienes entienden que el periodismo debe ser libre con base a la verdad sin ningún tipo de atadura gubernamental, privada o empresarial.
Ese es un derecho a defender y otro es la complicidad de Mercedes Castillo, que siempre está lista para salir en la televisión o en los periódicos firmando convenios, mientras se olvida de ir a un juicio donde se defiende el derecho al secreto profesional; cobrar las cuotas a los afiliados del CDP, cobrar el pago del impuesto a la publicidad que estipula la ley 10-9l de colegiación, manipular las pensiones que otorga el presidente de la República , doctor Leonel Fernández Reyna a los periodistas, y prestarse para violar esta pieza arrendando a la telefónica VIVA la azotea que servirá de terraza al restaurante, infringiendo el artículo 7, que dice que el Comité Ejecutivo debe cuidar el patrimonio y los bienes, dejando claramente establecido en el artículo 9 que la asamblea general es la que decide sobre las propiedades y bienes.
Esta Mercedes Castillo es una vergüenza para el periodismo dominicano, y debe ser echada por el voto mayoritario de los y las colegiadas.
Tenemos que prepararnos para exigir transparencia en el CDP mediante un padrón electoral con fotos, números de cédulas y carnet de los afiliados, no el listado lleno de fallecidos y con otras irregularidades que presenta la susodicha señora faltando semanas para las elecciones.
Todas las corrientes deben exigir que se elabore este padrón general y padroncillos por redacciones de periódicos, redacciones de televisión y radio. Solamente así se puede concurrir a unas elecciones manteniendo la vigilancia y que la comisión electoral asuma el control del CDP tres meses antes de los comicios, para evitar que los recursos de la institución se utilicen a favor del candidato de Mercedes Castillo y Marcelino Vega.
Salvemos al CDP para restaurar la institucionalidad y la profesionalización.