MIAMI.- Manny Ramírez se reunió con sus compañeros el viernes por primera vez desde que fue suspendido por 50 juegos por violar la política antidopaje de las Grandes Ligas, pero al igual que todas las otras cosas del toletero dominicano, el encuentro tuvo matices misteriosos.
En lugar de acudir al estadio de los Marlins de Florida, donde los Dodgers comenzaron una serie de fin de semana, Ramírez visitó el hotel de su equipo, evitando así una posible distracción y el acoso de la prensa especializada.
"Manny se disculpó con el equipo, nos dijo que estaba muy dolido no solamente por el daño que le ha hecho todo esto a su nombre, sino también por nosotros", dijo el torpedero Rafael Furcal.
"No solamente se disculpó por lo que pasó, sino también por el tiempo que tardó para disculparse", dijo por su parte el coach Mariano Duncan. "Le dejamos saber que lo apoyamos porque somos una familia y es en los momentos malos cuando necesitas la familia", agregó Duncan.
Ramírez, de 37 años, fue suspendido el 7 de mayo por tener en su récord médico la receta de una sustancia Gonadotropina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés), prohibida en el programa antidopaje del béisbol. Aunque se reunió con el propietario del equipo, Frank McCourt, y habló por teléfono con el mánager Joe Torre, el jardinero no había enfrentado a sus compañeros desde que la sanción fue anunciada.
La reunión había sido anunciada desde el miércoles y aunque nunca fue confirmado, se había dado como un hecho que ocurriría en el parque de los Marlins, ubicado cerca de la casa de Ramírez en Florida.
Sin embargo, los Dodgers fueron enterados luego del partido del jueves en Filadelfia que tendrían una reunión al mediodía del viernes en un salón de su hotel en Florida, el Trump Plaza de Sunny Isle en Aventura, en el área playera de Miami.
"El equipo alquiló un cuarto de conferencia y allí estábamos todos cuando apareció Ramírez y estuvo con nosotros por 25 minutos. Asistieron todos los jugadores, los coaches y el cuerpo médico", dijo Duncan.
"En un momento, Manny casi llora. Fue todo muy emocionante", dijo Furcal.
"Los hombres cometemos errores y Manny admite que se equivocó y pidió disculpas. Todos merecemos otra oportunidad", dijo el coach Manny Mota.
Ramírez, quien podría regresar a juego el 3 de julio, informó a sus compañeros que comenzará a entrenar en el complejo que tienen los Dodgers en Arizona, en cualquier momento de la próxima semana, y posteriormente entrenaría con el club cuando regrese a Los Ángeles el 1º de junio, donde jugarían durante 10 días.
De acuerdo a las reglas de Grandes Ligas, los jugadores suspendidos están autorizados a viajar y entrenar con sus equipos, pero deben salir del terreno cuando se abren las puertas a los aficionados, dos horas antes del inicio de los partidos.
Ramírez también podría ver acción en algunos partidos de ligas menores para estar en forma cuando se cumpla la sanción.
"Una de las cosas más importantes que dijo Manny, además de pedir disculpas, fue hacernos saber que está al tanto de cada partido. Nos dijo que jugáramos fuerte mientras él no pueda estar en la alineación", dijo Furcal.
La novena de Los Ángeles (24-12) ostenta la mejor marca de Grandes Ligas, pero tiene 3-4 desde que Ramírez fue sancionado. El quisqueyano bateaba para .348 con seis jonrones, 20 carreras impulsadas y 22 anotadas en 27 partidos.
En su carrera de 17 temporadas, éste batea para .315 con 533 jonrones y 1,745 carreras empujadas.
"Él se siente muy avergonzado por lo que pasó", dijo Duncan. "Él sabe que el equipo sufrió un bajón cuando lo sacaron de juego", dijo Furcal.
"Él sabe lo que ha hecho", concluyó Torre. "Y está asumiendo responsabilidades… Mi consejo para él fue: ‘Lo que pasó, pasó. Ahora tienes que entrenar y estar listo para cuando te reintegres al equipo’. Me alegra que este día ya es asunto del pasado".