El pacto firmado por el presidente doctor Leonel Fernández Reyna y el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, abre las compuertas de la concertación política. No sólo eso, sino que exhibe la capacidad táctica y estratégica del líder del Partido de la Liberación Dominicana.
Sin mucha bulla, el doctor Leonel Fernández Reyna realiza una jugada maestra que le permite abortar en la asamblea revisora los aprestos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sectores de su propio partido y algunos legisladores, de impedir en la reforma la reelección sin límite, sufriendo de esa manera una derrota política, si se establecía el nunca jamás.
El ducho, prudente y pragmático Fernández Reyna despeja en el presente su camino político dentro del PLD, dejándole la oportunidad abierta al silente Danilo Medina. En busca de la candidatura presidencial asume un doble discurso de opositor interno en el partido morado y hombre de poder en el gobierno, donde sus principales cuadros desempeñan importantes posiciones en la administración pública, en la Cámara de Diputados y el Senado. Ahora, Danilo no tiene excusa porque debe cargar con lo bueno y lo malo del gobierno peledeísta, y lo que es un reto mayor, emplearse a fondo para lograr la candidatura porque en este batallar no estará solo, mientras Leonel tiene más de una opción si el momento político electoral indica que debe respaldar a un hombre de su confianza.
En el escenario político- partidario contrario, Leonel selecciona la persona en capacidad de pactar, situando como líder del PRD al ingeniero Vargas Maldonado, introduciendo en ese partido un tema a discutirse en el sentido de que el excandidato presidencial blanco debió, sin consultar los mandos de dirección, firmar el pacto cuyos alcances van más allá de la reelección.
Los puntos del pacto hablan por sí mismos.
Veamos:
-Se vuelve al modelo de reforma constitucional del 1994, que prohíbe la reelección consecutiva permitiendo que pasado un cuatrienio un ex presidente pueda aspirar. Es decir, que Leonel siembra para el presente y el futuro dejando una brecha abierta para que el expresidente Hipólito Mejía, si lo desea, pueda aspirar en el 2012.
-Congela la matrícula congresional sin sobrepasar la cantidad de diputados actuales.
-Se unifican las elecciones de diputados, senadores, regidores y síndicos que se escogerán en el 2010 por un período de seis años.
-La elección de los diputados será por acumulación de votos a nivel nacional y satisface una demanda de los dominicanos residentes en el exterior de elegir sus representantes en el Congreso.
-Ambos se comprometen a fortalecer el programa de seguridad democrática impulsando la profesionalización de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Es todo un componente institucional mediante un pacto de los dos líderes que tiene el sistema democrático, uno en el gobierno, el doctor Fernández Reyna y otro en la oposición con opción de poder, el ingeniero Vargas Maldonado.
La política definida por el patricio Juan Pablo Duarte, como la ciencia más noble de la humanidad, en la República Dominicana es amarga y llena de dificultades.
En la República Dominicana existen cosas que no se pueden hacer: provenir de un hogar pobre, estudiar, titularse como profesional, trabajar, ser honrado, progresar, escalar posiciones en la sociedad por su formación profesional, adecuarse a la modernidad, ingresar a un partido descollando como una figura de primer orden, y ser apoyado por un líder, permitiéndole situarse y llegar a ser electo presidente de la República en tres ocasiones, a pesar de su juventud, venciendo los obstáculos internos y los externos de orden socioeconómico y público establecidos.
Si usted logra escalar estos peldaños, es un candidato para que los poderes mediáticos traten de liquidarlo moralmente. Si una cosa no les perdonan estos poderes enclavados en el Estado, el partido, el empresariado, la oposición política- partidaria y otros estamentos al doctor Fernández Reyna, es ser un hijo de Villa Juana exitoso.
Ese parecer ser su delito, y por eso en diferentes circunstancias lo quieren crucificar.
Por el prestigio que viene consolidando en la geopolítica y la diplomacia mundial como manejador de situaciones delicadas, por demás conflictivas en la política exterior, el doctor Fernàndez Reyna se ubica como un fuerte candidato para ser electo en la Secretaría de las Naciones Unidas (ONU), o la Organización de Estados Americanos (OEA).
Recientemente, luego de lograr limar las asperezas entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela y Álvaro Uribe, de Colombia, al doctor Fernández Reyna se le escogió para ir a una conferencia en Europa, en representación de América Latina y el Caribe.
Esto habla muy bien del papel que viene desempañando. No tengo la menor duda que Leonel puede ir del Palacio Nacional a la ONU o la OEA.
El tiempo dirá.
Entre tanto, felicidades a Fernández Reyna y Vargas Maldonado por el pacto firmado que beneficia al sistema democrático, fortalece el diálogo y la institucionalidad.