Hay una cierta manera de conocer cómo los sentimientos populares responden ante las pérdidas de hombres y mujeres que han tenido una relevancia pública en sus funciones.
Es el caso de Miguel Cocco Guerrero, y tal vez, ahora que sus restos reposarán para siempre en el seno de la madre tierra, el homenaje mayor es el de todos esos seres, de diferentes sexos, edades, oficios y clases sociales, quienes responden con seguridad: “se ha ido un hombre bueno”.
Pero, ¿cómo no dejar que muera la memoria histórica, sus mejores hombres y mujeres, si no es a través del perpetuo recuerdo?
Aunque en el decir del llamado “poeta caminante”, Antonio Machado, no es Cocco de los que persiguieron la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres su canción, que significa labor, existencia útil en virtud de las mayorías, sumado al enfrentamiento a lo mal hecho y a la corrupción, ante la cual cerró todas las filas a su alcance posibles.
Entonces, ¿por qué no llamar a la Dirección General de Aduanas con el nombre de quien lideró las batallas, con “reciedumbre moral y acrisolada conducta” como Director General.
Quizás cuando la denominación, por ejemplo, Dirección General de Aduanas Licenciado Miguel Cocco, sea reconocida una y otra vez por quienes quedarán al frente de tan importante institución en el país, se asuma su ejemplo y se considere imprescindible la transparencia e inquebrantable posición crítica que a le caracterizó.
Al deceso de Cocco Guerrero ha seguido una especie de condolencia nacional. Pero, hay un mensaje muy especial, que no aparece en los medios, si no que late en las avenidas, calles y también en los barrios humildes de esta nación. Choferes, amas de casa y profesionales se pronuncian por la ausencia irreparable del mejor de los funcionarios que ha tenido este gobierno. “El que luchaba sin descanso contra la corrupción”.
Quienes ejercemos el periodismo en DoimicanosHoy.com, nos sumamos a las reflexiones de este hombre de pueblo y junto a familiares y amigos elevamos nuestros más justos pensamientos a su descanso eterno.
Que repose en paz, que su memoria viva en la sociedad que sirvió y que su ejemplo prevalezca entre quienes ocupan cargos públicos en la tierra que le vio nacer y morir.
Que quienes tienen el poder para determinar nomenclaturas tales, valoren denominar a la Dirección General de Aduanas Licenciado Miguel Cocco. Seguro agradecerán esta impronta nuestros hijos y quienes vengan después…Este será uno de los mejores tributos a su memoria. Amén.
