Roma.- El comité parlamentario italiano para la seguridad se reunirá el próximo jueves para debatir la actuación de los servicios secretos en la protección del primer ministro, Silvio Berlusconi, tras la publicación de las polémicas fotos de su mansión en Cerdeña, informa hoy el diario La Stampa.
"¿Si en vez del objetivo de un fotógrafo hubiera apuntado a Berlusconi un fusil de precisión?", preguntaban ayer tres parlamentarios del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido del primer ministro.
La causa de este debate son las fotografías publicadas el viernes por el diario español El País, en las que se ve a Berlusconi y a varios invitados suyos, algunos desnudos o con muy poca ropa, en su mansión Villa Certosa de Cerdeña.
El miembro del comité parlamentario para la seguridad Carmelo Briguglio, del PDL, afirmó que Berlusconi ha sido "espiado y fotografiado durante años en su residencia privada y en vuelos de Estado", algo que consideró "increíble", ya que "durante un largo periodo" ha sido "un objetivo que podía ser golpeado fácilmente".
Las imágenes fueron obtenidas por el fotógrafo italiano Antonello Zappadu, que tomó cientos de fotografías en Cerdeña de la casa de Berlusconi y de los vuelos en los que llegaban sus invitados.
La justicia italiana ordenó el 1 de junio el secuestro y la investigación de estas imágenes, pero el viernes fueron publicadas por el diario El País, que las obtuvo de la empresa colombiana Ecoprensa, según el Corriere della Sera.
Fotografías de Berlusconi son de su vida privada para muchos italianos
Los italianos viven de forma relajada los supuestos escándalos que rodean al primer ministro, Silvio Berlusconi, y algunos hasta con disgusto el hecho de que se aireen fotografías de la vida privada del magnate en medios internacionales "porque concierne al ámbito de su intimidad".
Así lo sostiene Alessandro Cerruti, empresario de 58 años, que acaba de depositar su voto para las elecciones europeas, y comenta a Efe que el caso Noemi y el asunto de los amigos y amigas asiduos a fiestas en Villa Certosa (Cerdeña), la residencia de Silvio Berlusconi, es parecido a lo que ocurrió con el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y la becaria Mónica Lewinsky.
"Es como lo que pasó con el escándalo sexual de Clinton y entonces no fue tanto por lo que ocurrió si no porque el presidente había mentido, pero se trataba de la mentalidad puritana de EEUU". "Aquí en Italia no importa ni lo que ocurra, ni tampoco que se mienta porque el país está acostumbrado a ello", refiere.
Sin embargo, para Ettore Finicalchi, periodista de 43 años, es cuando menos "interesante" el hecho de que un jefe de Gobierno que defiende los valores de la familia en su programa político, "invite después a 40 chicas para que se queden desnudas frente al mar".
Además, sostiene que se está hablando de un jefe de Gobierno "cuya privacidad no es la misma que la del resto de los ciudadanos". A Finicalchi le resulta también "grave" que Berlusconi "mienta" porque no ha dado hasta ahora una versión única de cómo conoció a Noemi Letizia, de 18 años y desencadenante de su divorcio, ni a sus padres.
Raffaella Metallo, profesora de 37 años, no vota a Berlusconi porque no le gusta como persona y "como político debe cuidar su imagen", aunque las fotografías publicadas por el diario español "El País" en las que aparecen chicas semi-desnudas no le parecen "escandalosas como mujer que soy".
Fabrizio P. de 36 años, es camarero de un restaurante de Piazza Navona y se declara de izquierdas, pero asegura que cree que "Berlusconi puede hacer lo que quiera".