Los acuerdos políticos firmados por el presidente Leonel Fernández Reyna, con Miguel Vargas Maldonado y Federico Atún Batlle, han desatado una ola de aspiraciones a las candidaturas presidenciales en los Partidos Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicano, que han relegado a un segundo plano las elecciones Congresuales y Municipales del próximo año.
Una vez que se dieron a conocer los términos del acuerdo suscrito entre Fernández y Vargas Maldonado, en el gobernante Partido de la Liberación Dominicana se activaron los proyectos presidencialistas de cara al 2012, razón por la cual fue notorio observar algunos de los precandidatos a promover documentos en la prensa escrita y recorrer toda la geografía nacional en busca de establecer los contactos necesarios para atraer la dirigencia morada a su redil.
Aunque en el Partido Revolucionario Dominicano la carrera presidencial de cara al 2012, se había iniciado el mismo 17 de agosto de 2006, el acuerdo Fernández- Vargas, contribuyó a que el proyecto Hipólito Mejía, que parecía más apagado que los demás, se activara hasta el punto que el ex presidente de la República volvió a proclamar que se encuentra en la calle buscando la nominación presidencial del partido blanco, sobre todo ahora que no tendrá obstáculos legales.
Sin embargo, todo parece indicar que este no será el tiempo del ex presidente Mejía, dado la Miguelomanía que se ha adueñado de las bases del PRD y una gran parte del país, al extremo que el presidente Leonel Fernández se ha visto obligado a firmar un acuerdo puente o muletilla con el PRSC para tratar de contener la hemorragia de apoyo que ha suscitado Vargas Maldonado, al lograr calar un proyecto que en principio encontró algunos obstáculos que finalmente impuso con su pragmatismo político dentro y fuera del partido del jacho prendido.
Recordemos que este fue el método utilizado por Mejía, en las elecciones presidenciales del 2000, cuando fue capaz de entenderse con el más enconado enemigo del PRD, el doctor Joaquín Balaguer, y los resultados finales todos los conocimos. Ahora le ha correspondido a Vargas Maldonado liderar las huestes perredeístas y por lo visto si lo dejan podría encaminar a esa organización política a dos victorias consecutivas, como hemos observado que se han venido produciendo los últimos acontecimientos políticos del país.
Desde que se produjo la crisis de 1994, los votantes dominicanos se han propuesto la encomienda de votar de manera sucesiva por el partido que ha ganado las elecciones Congresuales y Municipales, y por lo visto, las elecciones de 2010 podrían ser un reflejo de lo que ocurra en 2012, siempre y cuando se mantengan las percepciones que en estos momentos tiene la gente.
Los pronunciamientos hechos por el presidente de la República , luego de su regreso de Europa, en el sentido de que apoyaría al candidato peledeista que más le convenga, ha sido otro ingrediente que se ha sumado a los que mantienen la lucha por la conquista de la candidatura presidencial del partido oficial, lo cual ha obligado a algunos aspirantes que no necesariamente pertenecen al sequito de Fernández a redoblar sus esfuerzos por ganar terreno en la competencia para tratar de contrarrestar las intenciones del líder de los morados y alzarse con la victoria interna.
En el Partido Reformista Social Cristiano, contrario a lo que ocurre en el PRD y el PLD, los que están y los que han regresado han pensado en tratar de recomponer sus estructuras a nivel nacional, para poder ganar terreno político, a través de una alianza con el presidente Leonel Fernández y PLD y no desaparecer de una vez y por todas del escenario político, sobre todo ahora que su protector no será candidato presidencial en el 2012.
En las condiciones en que se encuentra el PRSC no le conviene ir solo a las elecciones del 2010, debido a que no hará un buen papel en esos comicios por la dispersión de sus fuerzas y la poca credibilidad que tiene ese proyecto político en el seno de la población dominicana, razones que lo obligan a pactar con el gobierno y el PLD, en condiciones pocas ventajosas y en ocasiones si se quiere hasta de rodillas.
Recordemos que el Partido de la Liberación Dominicana , ya no es la fuerza de cuadros que integraban unos 18 mil militantes y que en todo el territorio nacional cuenta con una matrícula de hombres y mujeres que se han vendido muy bien a través de los medios de comunicación y que sea como sea han forjado un liderazgo local en cada una de las provincias, localidades y municipios del país, por lo que el partido morado, tomando en cuenta esa situación propondrá comparaciones entre los aspirantes a puestos Congresuales y Municipales de su entorno contra los que les oferten sus potenciales aliados de cara al próximo torneo electoral, incluyendo los que presente el PRSC.
Sin embargo, toda esa situación a quien finalmente favorecerá de cara a las elecciones del próximo año, será al Partido Revolucionario Dominicano, el cual se ha venido nutriendo de esa realidad política que vive la nación y continuará siendo receptáculo de los desprendimientos que se produzcan en el reformismo y hasta en el propio PLD y algunos de sus aliados y máxime cuando cuenta con el líder más popular del momento y la posibilidad de presentar una boleta Congresual y Municipal propia, impulsada por la figura que representa el relevo político de cara al 2012.
De hecho, la firma del acuerdo Fernández- Vargas, ha puesto a las actuales autoridades en unas perspectivas de gobierno de transición, que ojalá que eso no solamente produzca deserciones en la administración pública, de funcionarios que han anunciado proyectos tras la búsqueda de senadurías, diputaciones y sindicaturas, lo que sería peligroso para el tramo final de la administración peledeista, debido a que podrían aparecer algunos inescrupulosos que se aprovecharían de esa situación y pescarían en río revuelto y terminarían por abortarlo todo, incluyendo el retorno del 2016.