El 3 de febrero del 1989, luego de intensa jornada de trabajo, el doctor José Francisco Peña Gómez ofreció en el restaurante Latinoamericano de Caracas una cena a la delegación de periodistas que acompañó al presidente Joaquín Balaguer a la juramentación de Carlos Andrés Pérez.
Recuerdo que el doctor Peña Gómez, líder del Partido Revolucionario Dominicano(PRD) y presidente de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, compartió hasta la madrugada con nosotros donde pasamos revista a la política nacional e internacional.
Además del doctor Peña Gómez, estaba la doctora Milagros Ortiz Bosch y Luís Maríñez. Asistieron los periodistas Félix Reyna, director de Rahintel; Nelson Encarnación, de El Nacional de Ahora; Máximo Díaz, de Hoy; y quien escribe, Rafael G. Santana, por el Listín Diario.
En medio de la conversación tuve la iniciativa, por las relaciones profesionales y de amistad que tenía con el doctor Pena Gómez, de plantearle que nosotros estábamos interesados en entrevistar al presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz.
El doctor Peña Gómez encomendó a la doctora Ortiz Bosch darle seguimiento a nuestra solicitud, comprometiéndose hablar con Fidel para lograr eso.
En las primeras horas del 4 de febrero, el doctor Peña Gómez nos informa que la entrevista había sido aprobada por Fidel Castro, y que sería en el hotel Mercedes que todavía no estaba abierto al público, pero se habilitó un piso a Fidel y su comitiva por asuntos de seguridad, debido que en el hotel Milton no se podía mover por la gran cantidad de periodistas que seguían sus pasos.
Reaccionamos alegres de tener la oportunidad de entrevistar al líder histórico de la revolución cubana.
Los tema tratados fueron puntuales: sus conversación con el presidente Balaguer, sus relaciones con Francisco Alberto Caamaño Deñó, El Che Guevara, el politécnico Máximo Gómez y la prisión del dominicano Enemencio de la Cruz Martínez, que lleva varios años preso en Cuba cumpliendo una condena de 20 años por alegadamente intentar contra la revolución.
Por el contenido, trascendente de esta entrevista que figura en las páginas finales del libro Operación Estrella de Melvin Mañón, sobretodo lo relacionado a la vida política de Francisco Alberto Caamaño Deñó en Cuba y la preparación del proyecto guerrillero.
La reproducción a continuación:
“Les deseo progreso, que venzan las dificultades, que marchen, que avancen. Se lo merecen tanto que se lo puedo desear en nombre de nuestro propio pueblo”.
(Texto completo de la entrevista concedida por el presidente Fidel Castro Ruz a cuatro periodistas dominicanos, el 4 de febrero de 1989, en Caracas, durante la toma de posesión del presidente Carlos Andrés Pérez).
Nota de Melvin Mañón: El presidente cubano Castro fue abordado por los periodistas sobre el libro Operación Estrella y otros asuntos pendientes de dominicanos en Cuba. De las declaraciones del doctor Castro se infiere claramente la corroboración de la tesis central de este libro, a pesar de que algunas de las preguntas formuladas por los periodistas dominicanos emplearon términos no utilizados en el libro para referirse o calificar las políticas y acciones cubanas frente al Coronel Caamaño mientras éste permaneció en Cuba.
Algunas incoherencias en el texto y frases sin terminar son típicas de cualquier transcripción de este tipo y el autor ha utilizado como oficial la versión publicada por el Listín Diario sujeta a verificación con el audio de esa entrevista encontrando que ambas coinciden:
El presidente cubano Fidel Castro dijo en Caracas que se sintió alegre al haber conversado con su homólogo dominicano Joaquín Balaguer, cuya vocación de gobernante y espíritu de trabajo elogió.
Fidel Castro conversó con Balaguer sobre diversos temas de interés general, entre ellos el relativo a la posible construcción de un politécnico en Baní, donado por el Estado cubano.
El Listín Diario publica a continuación el texto de la entrevista que concedió Fidel Castro a periodistas dominicanos que estuvieron en Caracas.
La puntuación es nuestra: (Listín Diario)
Texto de la rueda de prensa ofrecida por Fidel Castro:
Máximo Díaz (Hoy): Primero le agradecemos su gentileza al recibirnos a esta hora. Sabemos su apretada agenda de trabajo y agradecemos, le reitero lo que vale su esfuerzo y su iniciativa en recibimos.
Fidel Castro Ruz: La iniciativa fue de ustedes:
Máximo Díaz (Hoy): Sí
Fidel Castro: Acepté gustoso la iniciativa de ustedes.
Máximo Díaz (Hoy): Sí, la decisión al recibirnos; siempre tenemos la iniciativa para usted.
Máximo Díaz (Hoy): Comandante: En la República Dominicana se vive cierta expectativa en relación a una propuesta de muchos años, pero retomada por su régimen en el 1977 y es la que se refiere a la oferta de construir en Baní, la tierra de Máximo Gómez, el politécnico que lleva su nombre. Nosotros tenemos entendido que usted sostuvo una reunión con el Presidente de la República, el doctor Joaquín Balaguer, en el Caracas Hilton y nos gustaría saber si su gobierno está todavía en la disposición de construir el politécnico y si en las conversaciones que sostuvo con el presidente Balaguer trataron ese aspecto y concretizaron algo al respeto.
Fidel Castro Ruz: Sí, te puedo responder: desde hace tiempo surgió la idea esa de donar un politécnico, allí donde nació Máximo Gómez y eso tuvo rodando mucho tiempo. Nosotros mantuvimos la oferta, hasta que más recientemente se habló de la disposición del gobierno de aceptar el politécnico.
Realmente, cuando lo ofrecimos teníamos más disponibilidades de divisas que en este momento, pero eso no va hacer obstáculo de ninguna manera.
Si bien para nosotros va a ser un poco más de sacrificio, mantenemos gustosos la oferta de hacer el politécnico.
Realmente, tuve la satisfacción de saludar al presidente Balaguer por primera vez; tuve la suerte de que en la distribución de los dirigentes que estaban allí me pusieron a mí al lado de él y al lado de Felipe, (González), estábamos allí, me alegré en las dos direcciones, me alegré de poder saludar personalmente a Balaguer, y lo digo con mucha sinceridad porque aprecio su vocación de gobernante, su espíritu de trabajo y aprecio el hecho de que a pesar de las dificultades con la vista es capaz de hacer el esfuerzo que hace.
Ya habíamos tenido algunos contactos, algunos emisarios habían llegado a Cuba; había recibido algunos de sus libros y realmente (el ex-presidente) Bosch me ha hablado muchas veces de Balaguer, y Bosch me habla con mucho respeto de Balaguer. Es amigo de Balaguer y habla con elogio de Balaguer. Se conocieron hace mucho tiempo, lo respeta también como intelectual. Yo le conté a Balaguer que hay una persona que me ha hablado mucho de usted y habla con mucho respeto: Bosch. Y él me dijo "si nos conocemos hace tiempo" y en esta ocasión fue él que tomó la iniciativa de hablarme del politécnico.
Fue muy agradable para mí, que no fui yo quien insistiera, sino que él recordó lo del politécnico y le dije sí y estamos en disposición de hacerlo.
El hablaba… yo le dije: bueno tendremos… que, ya sobre esto, hablamos con el ministro de Educación nuestro y yo creo que se han adelantado algunos proyectos que tengo que actualizar ahora; el estado del proyecto. El, tal vez pensaba que fuera más pequeño; yo le planteé porque él pensaba un poco del politécnico para la región y yo planteé que el politécnico más o menos fuera del tipo que tenemos nosotros, la capacidad de albergue para estudiantes no sólo de allí, sino de distintas partes de la Provincia. Claro que sí hay suficientes jóvenes para formarlos allí, correcto. No sé cuantos jóvenes de allí quisieran estudiar en ese politécnico, si lo llenan sólo de gente de la Región o si necesitaría que vinieran de otras regiones. Esperamos que el politécnico sea como un instituto tecnológico no digo el nivel universitario, sino del nivel medio superior. Cuando yo regrese a Cuba voy a informarme inmediatamente del estado del proyecto, si ya está avanzado.
El me habló del solar, me habló de un comité que había reunido 110 mil pesos y que tenía el solar, lo vi realmente entusiasmado con la idea del politécnico y yo voy actualizar, inmediatamente llegue a Cuba pediré la información sobre eso y si es necesario mandar rápido, a la gente que ven los proyectos. Yo pienso que debe tener no menos de 500 alumnos. Puede tener capacidad de internado y, en fin, coordinar con las autoridades educacionales de Santo Domingo, las características de la institución.
Nosotros pondríamos los materiales, el equipo para la construcción, algunos técnicos y trabajadores enviaríamos, nosotros emplearíamos, nos parece más conveniente aunque para nosotros es un costo más, pero una parte de trabajadores cubanos y otra parte trabajadores dominicanos. Los trabajadores cubanos los pagaríamos a nuestra manera; a los trabajadores dominicanos tendremos que pagarlos en divisas convertible. Creo que debe movilizarse también el trabajo voluntario que participe, que ayude, que nosotros asumiremos la responsabilidad de construir, los costos y el equipamiento del tecnológico. Esa vieja y bella idea, es bella. Qué menos podemos hacer nosotros. Es rendir ese homenaje a Máximo Gómez, que tanto hizo por Cuba y que tanto es admirado en nuestro país.
No nos vamos a arruinar más de lo que estamos por eso; así podemos perfectamente asumir el esfuerzo de hacerlo con mucho amor y con mucho placer, y desde luego que no haya dificultad de ninguna clase para eso porque fue el presidente que me habló de eso, y habiéndose él interesado en dar sus palabras ya para mí eso es una realidad.
Rafael G. Santana (Listín Diario): Presidente, nos interesaría saber si hubo algún tipo de reunión formal con el presidente Balaguer en el Hotel.
Fidel Castro: Sí, como no, pero déjeme contarle. Tengo que contarle lo que me pasó a ustedes, y a él también se lo conté.
Yo suelo ir a visitar a toda la persona con la que me entrevisto. Es una cuestión de cortesía que me gusta hacer con presidentes, otros dirigentes. No les digo vengan a verme, sino yo los voy a ver, me siento mejor cuando hago eso.
En este caso surge la cuestión de la entrevista con Balaguer en un horario y yo, que he pasado un trabajo enorme para trasladarme de un lugar a otro, una multitud de periodistas, una presión terrible; esto se vuelve una batalla campal, caminar 40 metros. Yo le pedí por favor si él podía ir a la torre donde estaba yo, aunque comprendo la edad y las dificultades físicas por la cuestión de la vista. Bueno, yo de mil amores voy y camino diez kilómetros por irlo a ver, pero en ese caso yo le pedí que viniera; pero en eso hubo una confusión genial y cuando llega el momento de que se iba a ir me dicen no, es que es él que lo está esperando allá.
Dije: bueno, vamos mejor a esta hora, quizás nadie está esperando y nosotros podamos con discreción pasar rápido por allí abajo, por el Lobby; y fuimos cuatro o cinco; bajamos, no tomamos medidas ni nada, bajamos cuatro o cinco en principio camino diez, quince, veinte metros, pero lo que había era
un mar de gente en la mitad del camino.
Se armó un caos, un verdadero caos, volaban las cámaras. Estos periodistas que yo realmente admiro, los periodistas venezolanos, esta juventud enérgica y emprendedora, algo impresionante, no hay cordón que la aguante, no hay nada, el hecho de que quedáramos bloqueados no se sabe cuándo íbamos a salir y cuando llegamos exhaustos ya, y uno sufriendo, uno sufre – cuando tiene que abrirse paso. Yo no me abro paso, pero los que van con uno tienen que irse abriendo paso y uno sufre mucho. Por fin, llegamos al elevador y entonces cuando yo vi una multitud subir y en esas condiciones que yo he ido a saludar al presidente lo primero que le hice fue el cuento.
Óiganme, ¿saben? pasamos una experiencia tremenda; le conté lo que pasó. Conversamos en general las mismas cosas. Parte de la conversación transcurrió en la historia de lo que había pasado.
Yo le dije a los compañeros: vayan a buscar refuerzos a ver lo que pasa cómo regresamos. Ya yo había decidido. Mire a ver si hay otro camino, ya yo había decidido quedarme en la torre y entonces él me ofreció su propia habitación y me dijo: Me marcho ya.
Por poco yo duermo en la torre. No quería moverme de allí, es que yo no quería moverme al paso de que había que abrirse por la fuerza. Después de allí estuve conversando con el presidente Solis Palma, que estaba en el mismo piso. Conversando allí con el presidente Balaguer tuve aproximadamente media hora. Estuvo un poco influida por todos los acontecimientos la historia de esto, pudimos hablar muy bien pero ya habíamos hablado del politécnico. Le pregunté por su salud, por distintas cosas; que esperaba que fuera a República Dominicana, tal vez cuando se haga el politécnico.
Nelson Encarnación (El Nacional): Usted va a la inauguración del politécnico.
Fidel Castro: Bueno, si el gobierno está de acuerdo yo voy con mucho gusto.