Ayer leí en la prensa digital una noticia con relación a una ciudadana española y un ciudadano holandés que han sido apresados en Bruselas, Bélgica, con sendas posesiones de cocaína. Según las autoridades belgas, procedentes desde Punta Cana, República Dominicana.
Mi pregunta es: ¿cómo pasaron estos ciudadanos, en esta ocasión extranjeros, tal cantidad de estupefacientes por el control ó la cara de las autoridades responsables de la vigilancia al respecto?
Hemos pasado una vergüenza Internacional. ¿Qué dice esto de la ejecución de políticas reales en cuanto a realizar un efectivo y eficiente stop a las drogas a nivel nacional e Internacional?
Esto, aparte de lesionar al turismo, es decir, lo que nos da de comer y miles de puestos de trabajo, presenta a nuestro país y, específicamente al turismo, como un negocio: vacaciones y trabajo.
Espero que las autoridades correspondientes indaguen toda la cadena por la que pasaron estos visitantes turistas, para aclarar lo ocurrido dando una respuesta de los protocolos de actuación que ponen en marcha el Departamento de Control de Drogas en el país. Así como una explicación de lo sucedido a las autoridades belgas e inclusive a la española y holandesa mediante la vía diplomática.
Cuidado, mucho cuidado con nuestro turismo, es nuestro orgullo, es de lo único actualmente que me siento realmente orgullosa. ¡Evitemos un narco-turismo!
Si, además, le construyeran casetas móviles ó como se llaman, prefabricadas, a los vendedores de la zona con instalaciones de baños, que paguen impuestos y servicios pero que se le asegure los mismos (agua, luz, basura).
Identificados con un carnet, curso básico de manipulación de alimentos (uniforme, gorros en el pelo, guantes, zapatos, etc.). Debo estar soñando, pero no pierdo la esperanza de verlo algún día; bajo supervisión permanente de Salud Pública y el Ayuntamiento del Municipio. También con un seguimiento por médicos veterinarios y químicos que certifiquen, tanto la calidad de los productos cárnicos, frutas; en fin, todo lo que se venda al público dominicano y a los turistas.
Con esto se le haría un gran aporte al turismo y nos evitarían a los que estamos en este lado del Atlántico tener que abajar la cabeza cuando te enseñan “espantado” esas imágenes con las carnes, frutas, etc., invadidas por las moscas y demás insectos.
Como ya he dicho en otras oportunidades, también esos negocios de niños que pululan mendigando por los alrededores de las playas. Aplicar una política de gestión, involucrar a los encargados de velar por la infancia, de la explotación infantil, etc., etc.
No somos ingenuos, los traficantes de sustancias prohibidas seguirán intentándolo una y otra vez por todos los medios y vías; esto lo sabemos y leemos a diario, pero la labor de las autoridades competentes es la de diagnosticarlos y capturarlos antes de subir al avión.