Aunque nunca había sido mencionado “oficialmente” como consumidor de esteroides, el presunto positivo de Sammy Sosa ha sorprendido a muy pocos dominicanos, según las reacciones escuchadas por DominicanosHoy.com.
Algunos han definido el supuesto positivo del carismático jugador como “la crónica de una muerte anunciada”.
Son muchos los programas radiales dominicanos en donde se venía hablando desde hace tiempo que Sammy caería muy pronto, luego de que alguien filtrata el nombre de Alex Rodríguez.
Al igual que el de Sammy, se asegura que en los 102 nombres que quedan por revelar están los de otros peloteros “muy famosos”, que han sido y son admirados por los fanáticos.
Aunque no comenzó como un auténtico jonronero, Sammy se convirtió en el único jugador en pegar más de 60 jonrones en tres temporadas.
Desde que José Canseco reveló que las Grandes Ligas estaban llenas de jugadores que consumían esteroides y mencionó a Sosa, muchos le creyeron y aseguraron que el llamado Bambino del Caribe había recibido un poco de ayuda durante una buena porción de su carrera.
Es por esto, principalmente, que diferente al escándalo que se armó cuando se mencionaron los casos de Alex Rodríguez y Manny Ramírez, con Sammy, se ha escuchado mucho la expresión de que “eso se sabía que venía”.
El escándalo que envuelve a Sammy fue destapado este martes por el prestigioso periódico estadounidense The New York Time, que dijo que el dominicano es uno de los 104 jugadores en dar positivo durante la primera ronda de análisis antidopaje de las Ligas Mayores en la primavera del 2003.
Sosa no sólo es querido en la República Dominicana, sino que también los fanáticos de los Cachorros de Chicago lo adoran, ya que él tuvo mucho que ver en el proceso de ayudar a la franquicia y crear una base de fanáticos.
El problema de Sosa no será si ingresa o no al Salón de la Fama del Cooperstown, sino que corre el riesgo de que el Congreso de Estados Unidos quiera radicar cargos de perjurio en su contra.
El Congreso de EEUU pudiera revisar las declaraciones de Sosa durante las audiencias sobre béisbol en el 2005 y decidir si mintió o no ante el comité congresional acerca de su uso o no-uso de esteroides.