NUEVA YORK.- Dominicanos residentes en esta metrópolis criticaron de manera severa la manera en que se está manejando el caso de los 104 peloteros de las Grandes Ligas que en el 2003 arrojaron positivo en pruebas antidopaje.
La reacción viene al caso luego que el New York Times revelara que el dominicano Sammy Sosa está entre los 104 jugadores.
Manuel Silva, de Moca, dijo que está de acuerdo con Ozzie Guillén, manager de los White Sox de Chicago, en el sentido de que sean dado a conocer los demás peloteros positivos.
Silva, quien reside en Manhattan, expresó que en este caso se está cometiendo una clara “injusticia” con la minoría, que en este caso son los peloteros latinos.
"Es desafortunado que las cosas que supuestamente eran confidenciales no lo han sido", dijo Mónica Sánchez, vegana que también tiene su residencia en Manhattan .
El único otro que se ha señalado de la lista de los 104 es el tercera base de los Yankees, Alex Rodríguez.
"Todos presumimos que hubo una era en que mucha gente consumió sustancias que ahora serían ilegales, pero las reglas no eran suficientemente estrictas en esos tiempos", dijo el gerente general de los Cachorros, Jim Hendry.
Sin embargo, aunque los quisqueyanos consultados por este reportero para DominicanosHoy.com repudian el consumo de los esteroides por deportistas, especialmente los peloteros, dicen que el peso de la ley debe ser aplicada de la misma manera para todos.
Sosa empezó su carrera con los Rangers en 1989. Jugó con los Medias Blancas en 1990 y 1991, con los Cachorros de 1992 al 2004, con los Orioles en el 2005 y con los Rangers otra vez en el 2007.
Es el líder de todos los tiempos en jonrones de los Cachorros con 545, y terminó su carrera con un total de 609 vuelacercas.
Pancho Quezada, entrevistado en el parque de los Yankees en El Bronx, señaló que está de acuerdo con Lou Piniella, manager de los Cubs de Chicago y con el de los Medias Blancas, el venezolano Ozzie Guillén, quienes dijeron que le gustaría que se hicieran públicos los nombres de los restantes 102 peloteros en la lista.
"Probablemente causaría muchos dolores de cabeza, pero creo que sería lo mejor", opinó Piniella. Y de esa misma manera piensa el señor Quezada, oriundo de Santiago y quien asistió al primer desafío de la serie interligas entre Nacionales de Washington y los Yankees.
María Colón, de la Capital, barrio Capotillo, dio su apoyo moralmente al dominicano Sosa, quien recientemente dijo que pronto anunciaría su retiro oficialmente del béisbol como pelotero y que pretendía llegar al Salón de la fama.
Aunque como dominicana apoya a quien define su ídolo en el béisbol, nunca ha apoyado el consumo de sustancias extrañas en los deportes en general.
“No es justo revelar los nombres así al azar", dijo Persio Castro, otro quisqueyano que tampoco está de acuerdo con el consume de los esteroides, pero a la hora de la verdad hay que medir a todos con misma varita.
Al dúo de Sosa y Mark McGwire se le dio crédito por salvar el béisbol en 1998 cuando ambos persiguieron la marca de 61 jonrones en una sola temporada de Roger Maris.
McGwire dio 70 ese año por los Cardenales, mientras que Sosa conectó 66 por los Cachorros. Fue la primera de tres temporadas de 60 vuelacercas o más para Sosa, el único en las mayores que ha logrado tal hazaña.
Antes del 98, la mejor campaña jonronera para el dominicano había sido 1996, cuando dio 40. Conectó 36 en 1997.
Sosa no juega en Grandes Ligas desde el 2007. Durante las audiencias sobre dopaje en el béisbol en el Congreso de Estados Unidos, testificó bajo juramento que nunca había consumido sustancias ilegales para aumentar el rendimiento.