Crisis económica ha incrementado la represión social y política

Ginebra.- El alza del descontento social ligado a la crisis económica mundial ha incrementado la represión social y política y la violación de derechos humanos, denunció hoy un informe del Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos.

"De forma inversamente proporcional a la caída de las bolsas financieras, la inflación de prácticas y leyes liberticidas en materia de control del cuerpo social es una de las grandes dificultades que han encontrado los defensores de los derechos humanos en 2008", señala el informe.

El Informe Anual 2009 del Observatorio, que es un programa conjunto de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), cuenta con un prólogo escrito por Roberto Saviano, el autor de la novela "Gomorra" que se ha convertido en un prófugo de la Camorra napolitana.

"La criminalización de la protesta social se ha intensificado, y afecta cada vez más a los países democráticos", añade el informe.

Los autores denuncian represión de manifestaciones, arrestos de sindicalistas, vigilancia de las ONGs, situaciones que ya se daban en los últimos años pero que ahora se han agravado con la crisis.

"En Camboya, Camerún, Corea del Sur, Túnez, Colombia, Zimbabue y en todas partes, los hombres y mujeres se han lanzado a las calles para pedir respeto a sus derechos sociales y económicos, y los líderes pacíficos de esas manifestaciones son con demasiada frecuencia objetivos de la represión", afirma Saviano en su prólogo.

El informe se refiere a la represión de la crispación social, y señala que "en América Latina el empleo desproporcionado de la fuerza en reacción a movimientos sociales ha dado lugar a disparos con fuego real sobre los manifestantes (en Perú), o a asesinatos de dirigentes de movimientos sociales (Colombia, Guatemala, Honduras).

"En China, la actualidad nos ha mostrado hasta qué punto se han desvanecido las ilusiones que algunos podían todavía tener sobre un hipotético efecto positivo de los Juegos Olímpicos sobre la situación de los derechos humanos", añade.

Otro efecto negativo de la crisis en esta materia es "la fragilidad suplementaria de las ONGs en el plano financiero".

"La crisis es una excelente justificación para restringir aún más el margen de maniobra de la sociedad civil. Y mientras que el esfuerzo financiero consagrado a reforzar las políticas de seguridad no está en baja, en términos generales, faltan fondos para que las ONGs puedan cumplir sus mandatos en buenas condiciones", agrega el informe.

El estudio denuncia "la multiplicación de leyes para controlar o prohibir la financiación extranjera de ONGs (especialmente en Camboya, Etiopía, Indonesia o Jordania)".

Y se denuncia igualmente que los trabajadores humanitarios, los periodistas en las zonas de conflicto, los abogados o los observadores electorales son víctimas del "estrangulamiento progresivo de las libertades".

También se ha acrecentado en el contexto de la crisis la represión de los defensores de las poblaciones marginadas (emigrantes, poblaciones autóctonas, minorías étnicas o sexuales).

Y se constata asimismo que, aunque a escala más reducida, los defensores afrontan, en países como Francia un reforzamiento del control sobre sus acciones, por ejemplo con trabas a la asistencia a "sin papeles" o la penalización de esta asistencia.

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