Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea (UE) debatieron hoy superficialmente el fuerte impacto que la crisis económica está teniendo en el empleo, según dijeron fuentes comunitarias.
La UE considera que "la lucha contra el desempleo sigue siendo una prioridad máxima", según se lee en el proyecto de conclusiones de la cumbre que hoy y mañana celebran los Veintisiete en Bruselas.
Pero, aparte de algunas intervenciones, "hoy no ha habido un debate propiamente dicho sobre la cuestión del empleo", indicó un portavoz.
La mayor parte de la primera sesión de trabajo estuvo ocupada por la discusión en torno al sistema de supervisión financiera, propuesto por la Comisión Europea (CE), para prevenir crisis como la padecida en los últimos meses.
Según la fuentes, los mandatarios de Eslovaquia y España apoyaron las ideas de la CE dirigidas a agilizar los fondos europeos dedicados a la conservación del empleo y la búsqueda de nuevos trabajos.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también llamó la atención, de acuerdo con las fuentes europeas, sobre la importancia de tener en cuenta a los interlocutores sociales.
Mañana, los Veintisiete discutirán el texto de conclusiones donde figura la flexibilización de las normas del Fondo Social Europeo (FSE), propuesto por la CE a fin de que los Estados miembros puedan destinar esas subvenciones a medidas concretas en favor del empleo.
Las medida es rechazada por los países más prósperos y apoyada por los que sufren los peores efectos de la crisis, como España.
La Comisión Europea propuso a comienzos de junio el adelanto de 19.000 millones de euros (26.414 millones de dólares) de los citados fondos comunitarios para que los países los dedicaran a nuevas formas de afrontar el desempleo, aunque esta medida se encontró con el rechazo inicial de países como Alemania, Dinamarca, Gran Bretaña y Holanda.
En la segunda jornada de líderes europeos que se celebra mañana en Bruselas, los Veintisiete discutirán la posible modificación temporal de las condiciones del FSE y del criterio de financiación de los proyectos, aunque no tienen previsto someter a votación la propuesta concreta de la CE.
El Gobierno español ya ha mostrado su respaldo a la activación de los fondos, mientras que la Comisión considera que esta medida sería "indispensable" para que algunos de los países que se encuentran en peor situación económica, como Letonia o Hungría, puedan poner en marcha medidas en favor del empleo.
Entre los partidarios también está Grecia, que se pronunció a su favor durante el último Consejo de Ministros de Empleo de la UE, así como Bélgica y Eslovaquia, según apuntaron fuentes comunitarias.
Sin embargo, los detractores de la propuesta consideran que la flexibilización podría dar lugar a financiaciones "de baja calidad", al eliminar la necesidad de una aportación financiera nacional.
Holanda cree, además, de que las medidas, de carácter excepcional y a corto plazo, podrían ser perjudiciales a largo plazo, pues permitirían la supervivencia de ciertas compañías sin rentabilidad garantizada y aplazarían el esfuerzo presupuestario de los Estados miembros hasta dentro de dos años, según fuentes comunitarias.
Asimismo, los Veintisiete volverán a hacer hincapié en la llamada "flexiseguridad", es decir, la combinación de las medidas para mejorar la adaptabilidad de la mano de obra a las necesidades del mercado laboral y del refuerzo de los sistemas de protección social.