¿En qué pueblo tan mezquino, abusador y precipitado nos hemos convertido? He estado estudiando cuidadosamente las últimas protestas y la verdad que no capto el sentido o la razón de estas.
Los insurgentes basan sus movilizaciones en supuestas demandas tales como; la creación de fuentes de trabajo, caminos vecinales, el cumplimiento del cúmulo de promesas que el Poder Ejecutivo ha repetido en varias ocasiones, y una larga lista de inventos que sólo buscan desestabilizar el gobierno. Todas las promesas se han cumplido, lo que pasa es que el pueblo no puede conceptualizar el aspecto virtual de las mismas.
Desde sus inicios en el 1996-2000, luego de una breve pausa y desde el 2004, hasta la fecha, la presente administración lo único que ha hecho es crear inclusive un superávit en la empleomanía, un “surplus” en los servios básicos.
Pueblo mezquino, si queremos avanzar, hay que hablar con la verdad. Nosotros somos el único país del mundo donde gozamos de energía eléctrica veinticinco horas al día, y sólo en muy raras excepciones, en remotos puntos geográficos, ciertamente el fluido eléctrico, accidentalmente, sufre averías de cuatro o cinco horas solamente.
Celosamente, supervisado por Salud Pública, nuestro sistema de agua potable y de consumo diario está altamente tecnificado, y hoy por hoy no existe algo semejante en América Latina. No existe en todo el territorio nacional una sola vivienda en la cual el inodoro presente problemas para descargar las materias fecales, causantes de tantas enfermedades gastrointestinales en nuestros niños. Como prueba podemos citar los inodoros de la UASD o de cualquier plaza pública, donde la limpieza y la higiene reinan por su aroma refrescante y limpieza sin igual. ¡Cualquiera hasta puede almorzar ahí dentro!
El Robert Reid Cabral mantiene un record intachable en cuanto a la taza de mortalidad de los “babies” que allí nacen. En un solo mes, exclusivamente, más de dos docenas de recién nacidos murieron por la infiltración de una bacteria en la sala de parto o algún lugar del centro. Este simple caso, aunque se ha repetido varias veces, puede ser considerado como un hecho aislado y la publicidad negativa es también de origen político. Por tal razón, el director de dicho hospital no debe ser cuestionado en lo absoluto.
Ya lo dijo el gran sabio y padre de la nueva política, Julio César Valentín, y cito: “La razón de las protestas se trata de pequeñas obras como suministro de agua y energía”. ¿Pequeñas obras? no dejo de preguntarme. Pero, pero, pero dicha afirmación vino del César, por lo que debemos considerarla como buena y válida. Agua y energía son cosas mínimamente necesarias para el desarrollo de la vida humana. Oh, gran Julio César, tu discriminación y poder de minimizar la importancia de estos servicios no podía ser más atinado.
Pueblo mezquino, abusador y precipitado; en lugar de protestar absurdamente, ¿por qué mejor no aprecian lo que funciona de este gobierno? Por ejemplo; la modificación del Palacio de Bellas Artes, la transparencia de los contratos de grado a grado, la importancia para el país de todos los viajes del presidente Fernández, los mil millones de dólares en “bonos soberanos” y por último, la restricción a un aumento de sueldos de los médicos.
Sí, sí, sí… las protestas son infundadas e injustas. No es cierto que haya casos de corrupción en éste gobierno. Las supuestas denuncias de la periodista Nuria Piera no son más que el resultado de efectos especiales de la nueva tecnología. Entiéndase, esta comunicadora usa lo que se conoce como “dummies” o dobles. No es cierto que ella entrevistara al director de Salud Pública, del PRA, de la OTTT, y su última estocada; la difamación al honorable padre del nepotismo; Radhames Segura.
Me sorprende ver con cuanta facilidad en nuestro país se intenta dañar la imagen de nuestros mejores representantes. En el caso del último abuso, en lugar de sancionar a dicho funcionario, el presidente Fernández mejor se lo llevó a Egipto, como un indicador sólido de que Radhames Segura goza de la protección del Poder Ejecutivo.
Y para concluir con la lista de falacias que hoy hostigan el gobierno, me permito citar otra mentira diplomática, la cual está relacionada con la denuncia que hiciera el ministro consejero de la embajada de la República Dominicana en Nicaragua, Radhames Reyes Vásquez y la cual a continuación cito:
“Esperaré sentado aquí mismo mi suspensión o mi destitución. Si me suspenden o me cancelan por decir la verdad, ingresaré con orgullo a la gran masa de ciudadanos desesperados que no tienen ni siquiera para comprar sus alimentos y mucho menos los medicamentos”.
Amigos lectores, como ustedes lo pueden comprobar, llamando inclusive a sus familiares, las protestas casi a escala nacional recibe el apoyo del narcotráfico y de tendencias políticas únicamente. No es cierto que en el país se necesite agua, luz, trabajo y alimentos.
Todos sabemos que regularmente el menú que caracteriza la canasta familiar de los dominicanos está compuesta por ensalada souer, filete de res relleno de espinacas, pimientos, queso, puré de papas, zanahoria y vegetales. El postre es frecuentemente pudín de pan. Y para ayudar el proceso digestivo, en el país se consume el exclusivo vino Protos Ribera del Duero, 2007. ¡Igualito que en el Palacio Nacional!
Carajo, no puedo negar que escribir algo semejante me provocó hasta dolor de saliva. Mas, espero con ansiedad que otras organizaciones terminen de reorganizarse para que se unan a la lucha de éste pueblo desamparado. No aguantamos una burla más.
