A propósito del tema en discusión, atacado por unos y defendido por otros, me refiero a si es o no corrupción y, lo más vergonzoso de todo, de ser cierto, es que la misma no sea un delito en nuestro país.
El asunto es que todavía en los 80s solamente había prensa escrita, radio y televisión, el teléfono se comenzaba a expandir en los domicilios de los barrios pobres de la capital. La palabra Fax, recuerdo que la escuché- por vez primera-en una novela o culebrón brasileño muy popular, es así, ya se imaginarán a la clase social a la que pertenezco y, los que iban a New York, bien por paseo o a trabajar. Los cuatro o cinco apellidos millonarios desde los tiempos cañaverales y, los nuevos ricos de la era de Balaguer. Si no me equivoco a finales de los 80s, la UASD comenzó a dar un curso de computadora (ordenador en España).
Tras pasar por un régimen dictatorial, el ingenioso e intelectual, y conocedor de la idiosincrasia del pueblo dominicano, doctor Joaquín Balaguer, supo controlar la política doméstica a pesar de las violaciones de las libertades civiles sobre todo de expresión en la década de los 70s.
Con su ejemplo, de que su despacho y él estaban libres de la corrupción, así como de sus familiares más próximos.
Su habilidad como político supo catapultar su supremacía, y en cierta medida aunque todos y todas sabíamos que había corrupción; pero, las funditas, las botellas modernamente llamadas ahora” nominillas”, las infraestructuras públicas y, su ejemplo personal de no ostentación, en cierto modo, fueron factores permisivos del pueblo dominicano para ser presidente varias veces. Esa era su profesión, su trabajo y misión en este mundo: ser presidente, teniendo la suerte tanto de estar en el lugar y momento oportuno, el de nacer en una isla, en un paraíso, para realizar su sueño. Y aunque nuca lo sabremos, quizás por ello se mantuvo siempre fuera de todo comentario, se cuidó de no inmiscuirse, al menos, directamente en nada indecente.
Por lo antes dicho, no creo que el problema se deba al surgimiento de acceso al poder de políticos de la clase baja-económicamente-hablando. Influyen varios factores: apetencias personales como poseer helicópteros, fincas, mansiones y una buena cuenta bancaria para que le sirva de soporte en los tiempos de vaca flaca y, para mantener a las y los militantes que lo aúpan y dan la cara o echan el pleito en sus comunidades por ellos. Su entorno tiene o juega un papel muy relevante, los consejos, las asesorías o asesores.
¿Cómo se resuelve esto?
Generando empleo y liberar a los “súbditos” del populismo y clientelismo político. Inculcar el trabajo y retomar la educación y los estudios. Dinamizar todas las áreas del país, producir y gestionar bien y eficientemente, si no se produce el país estará condenado eternamente a la miseria lo que acondiciona que como no tengo donde trabajar, siga a hoy en día la cultura de pedir.
Aquí da vergüenza como dominicanos, más hombres que mujeres no trabajan, los jóvenes lo imitan-una mayoría importante-ni trabajan ni estudian. Algunos amigos me comentan ¿es que sólo saben echarle piropos a las mujeres los dominicanos? Aquí no comprenden esa actitud de comportamiento.
Por otra parte, tenemos las aspiraciones políticas, es increíble. Casi todos y todas los que están en la vida política de forma activa, tienen aspiraciones-es legítima-pero a veces me pregunto si se han cuestionado si realmente pueden ser electivos o si es que las encuestas de opinión los están engañando, no lo entiendo. Hay más aspirantes que puestos por cubrir y eso puede ser lo que ha profundizado en las últimas décadas la crisis, no tan solo económica, sino también social, de honestidad, de honorabilidad, de valores, de ética, de pulcritud y, cómo no, de sentido común a nivel político que padecemos. Lo que predomina es que “con dinero todo es posible”, por lo que, no leemos “la letra pequeña” como dicen en el argot financiero.
¿Qué mejor dinero que tirar por la borda que el que tú no has trabajado?
Echar al aire el dinero de los contribuyentes, en mítines, vallas publicitarias, spot de televisión, periódicos.
Hace meses que me pregunto: ¿ qué hace el director de un hospital con publicidad?, por lo tanto, no ha de extrañar que hayan bajado las recaudaciones fiscales, y que la población casi en general no pague o no cumpla con su deber ciudadano de pago de luz, agua, basura, etc.; porque tampoco vamos a faltarle el respeto al pueblo en cuanto a su inteligencia, no, sólo que ellos tienen otras maneras más sutiles de desquitarse lo que les hacen: no pagar, que eso no está bien porque entonces no podemos protestar ni quejarnos de las deficiencias o inexistencias de los servicios básicos.
No es si un candidato a presidente nació en cuna de oro y será más honesto que el que nació en un pesebre. No, ahí no es que esta el problema de Dominicana. Estoy casi segura que el mal tiene sus raíces en los llamados grupos o isla de poder que por alguna razón han logrado inutilizar a todos los presidentes que hemos tenido. Se conforma un núcleo alrededor de su liderazgo que lo ciegan, entorpecen e influyen de tal forma que por eso luego una escucha ¿pero, si él no era así? Lo dejo para la reflexión personal y política a los aspirantes.
Sus funcionarios o ministros que lo engañan, sus legisladores también. Ayer salió publicado en un medio a un legislador que en un año no ha realizado ni una propuesta al congreso y, los ciudadanos y ciudadanos de esa provincia han tardado un año para denunciarlo. Otro, dizque un síndico, digo yo “online” ya que es un pariente el que lleva el timón de ese municipio, en fin, hay solución, la habrá……..pero es si los políticos se caen de su pedestal y bajan a tierra, y se enteran que, o cambian o les va hacer difícil ser elegidos.
Es tarea de ustedes, aspirantes electivos, de ser los protagonistas en lo adelante en cuanto a adecentar la actividad política partidista. Considero que con este tsunami de la corrupción-que recién comienza-puedan muchos de los que aspiran colarse con facilidad, engaño, dinero y discreción ¡nuevamente!
Seremos nosotros, los ciudadanos y ciudadanas de a pie, quienes exigiremos calidad moral a nuestras futuras autoridades políticas, no cantidad, esto puede ser una presa muy fácil de manipulación por diferentes vías.
Nosotros, los que tenemos poder de decisión mediante las urnas de elegir calidad, no cantidad en el 2010.
Esta es la plataforma para el inicio de controles efectivos y reales del Estado, si elegimos mal en el 2010, de poco o casi nada valdrá elegir al mejor candidato como presidente. También hay que ir perfilando al equipo del futuro gobierno, no rebuscar en la clase social en que nació porque eso sería discriminatorio, aparte de obsoleto en el presente siglo.
Yo buscaría en otros baúles de su hoja de vida.
Madrid-España.