Washington.- La crisis constitucional en Honduras brinda al Gobierno del presidente de EEUU, Barack Obama, la oportunidad de promover correcciones en la Carta Democrática Interamericana, afirma hoy el diario The Washington Post en un editorial.
"Los diplomáticos latinoamericanos siguen preocupados con la crisis política en Honduras, que oscila entre una solución negociada que restauraría, condicionalmente, al presidente depuesto Manuel Zelaya, y una escalada del conflicto que beneficiaría a las fuerzas antidemocráticas en la región", señaló el artículo.
Mientras se prolonga el drama hondureño esas fuerzas antidemocráticas, según el diario, "continúan avanzando en otros países sin amonestaciones de algunos de los mismos gobiernos que se apresuraron a condenar el desalojo de Zelaya" del poder.
The Washington Post afirma que era importante destacar la reunión que tuvieron esta semana en la sede de la Organización de Estados Americanos, en Washington, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y "tres dirigentes elegidos de Venezuela que, como Zelaya, han sido privados de sus cargos y se les ha amenazado con procesamiento judicial".
Esos tres políticos venezolanos son el alcalde de Caracas, Antonio Ledezcma, y los gobernadores del Estado de Zulia, Pablo Pérez, y el del Estado de Táchira, César Pérez.
"Insulza, un socialista chileno que fue muy florido en su defensa de Zelaya escuchó a los venezolanos", añade el editorial.
"Pero el secretario general de la OEA insistió en que nada puede hacer acerca de las acciones de (el presidente de Venezuela, Hugo) Chávez, ni siquiera en el marco de la Carta Democrática Interamericana aprobada por los 34 miembros activos de la organización en 2001".
Para el periódico, Insulza "en lugar de promover el diálogo (en Honduras) se negó a negociar o siquiera hablar con el presidente elegido por el Congreso Nacional hondureño para reemplazar a Zelaya".
"En cambio (Insulza) se sumó al intento orquestado por Venezuela para forzar el retorno de Zelaya, lo cual, como podía esperarse, condujo a la violencia", continuó el artículo.
Pero "Insulza tiene un punto válido" en su argumento, según el editorial, que señala que "la debilidad de la Carta Democrática es que protege a los presidentes del asalto antidemocrático, pero no permite la intervención de la OEA cuando es el presidente mismo el responsable por la violación del orden constitucional, como lo hizo Zelaya antes de ser apartado del poder".
"La crisis hondureña da al gobierno de Obama la oportunidad de promover cambios en estas reglas", concluye el editorial, al afirmar que "si el gobierno (de EEUU) depende de organizaciones tales como la OEA para llevar adelante su política en América Latina, debe empujarla a que contrarreste los ataques a la democracia cuando y donde ocurran". EFE